China

Los precios al consumidor en China bajan, mientras crecen los riesgos de que se presente una deflación

Varios analistas coinciden en que este fenómeno podría demorar entre seis y doce meses, a pesar de los esfuerzos del gigante asiático para impulsar la recuperación

Reuters

Los precios al consumidor de China registraron en julio su primer descenso anual en más de dos años, mientras que los precios a puerta de fábrica prolongaron sus caídas, mostraron datos el miércoles, en medio de una falta de dinamismo de la demanda que lastró la economía.

El índice de precios al consumidor (IPC) para el mes cayó 0,3% interanual, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas, una caída ligeramente menor que la estimación media de una disminución de 0,4% en una encuesta de Reuters. Fue el primer descenso interanual desde febrero de 2021. El IPC se mantuvo sin cambios en junio.

El índice de precios al productor (IPP) cayó por décimo mes consecutivo, 4,4% respecto al año anterior frente a la previsión de un descenso de 4,1% y tras una baja de 5,4% el mes anterior.

La recuperación económica de China se ralentizó tras un vigoroso comienzo en el primer trimestre, al debilitarse la demanda interna y externa. Las autoridades han puesto en marcha una serie de medidas de apoyo a la economía, y se esperan más.

La caída de los precios al consumidor es más preocupante, con crecientes presiones deflacionarias en medio de un crecimiento económico vacilante debido al persistente declive inmobiliario y al retroceso de las importaciones y exportaciones.

Sin embargo, las autoridades han restado importancia a la preocupación por la deflación. Liu Guoqiang, vicegobernador del banco central, dijo el mes pasado que no habría riesgos deflacionarios en China en la segunda mitad del año, pero señaló que la economía necesita tiempo para volver a la normalidad tras la pandemia.

El gobierno ha fijado un objetivo de inflación al consumidor en torno l 3% este año, lo que supondría un aumento respecto a 2% registrado en 2022.

A pesar de los recientes estímulos, los consumidores y los fabricantes mantienen la cautela en medio de un mercado inmobiliario todavía débil y una elevada tasa de desempleo juvenil, así como un menor apetito de las empresas extranjeras por invertir en China.

Los inversores han estado esperando ansiosamente que las autoridades inyectaran medidas de estímulo tras la reunión del Politburó del mes pasado, y el mercado bursátil se ha mostrado mayoritariamente decepcionado por la falta de acciones concretas

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