Seguimiento a criptoactivos, vacíos revelados por la protesta camionera en Canadá
lunes, 28 de febrero de 2022
El ya conocido Convoy de la Libertad podría estar operando y manteniendo su recorrido gracias a la financiación de criptos
Mauricio Zuluaga
El movimiento de camioneros en contra de la exigencia de la vacunación para ingresar al país terminó en 24 días de ocupación del centro de la capital canadiense, la afectación del comercio con los Estados Unidos por cuenta de los bloqueos a tres puentes críticos en la frontera, y en la declaratoria del estado de emergencia por primera vez en la historia de Canadá.
A pesar de que el requisito de estar vacunado fue replicado por los Estados Unidos, por lo que la eliminación de la norma canadiense en nada cambiaría las cosas, el llamado Convoy de la libertad ganó fuerza por cuenta de que quienes se han opuesto a la inmunización de manera obligatoria, así como a las continuas restricciones, se fueron sumando en el camino.
Más allá de los costos para la economía, que para el comercio bilateral entre Canadá y Estados Unidos significó pérdidas diarias por más de US$500 millones, lo que se tradujo en una mayor presión al costo de vida, que ya de por sí es el más alto de los últimos 30 años, el tema que queda sobre la mesa es la capacidad real que tienen los estados para rastrear a los financiadores de este tipo de eventos y congelar los recursos que los patrocinan.
La ley de emergencia invocada por el primer ministro Justin Trudeau fue creada en 1988. Su espíritu, además de permitir el accionar de la fuerza pública para disolver ocupaciones que atenten contra el derecho a la movilidad y la paz de las comunidades, dispone que las instituciones financieras deben informar sobre los activos vinculados a cuentas sospechosas de financiar a los manifestantes, y bloquearlas.
“Se trata de perseguir el dinero. De parar la financiación de los bloqueos ilegales. Si su camión está siendo usado in estas protestas, sus cuentas serán congeladas”. Explicó la ministra de Finanzas de Canadá, Chrytia Freeland, al momento de ser declarada la emergencia.
A pasar que hace 34 años no se tenía ni la menor noción de lo que podría ser un criptomoneda, el ejecutivo actualizó su alcance e incluyó este tipo de monedas dentro de la orden enviada a las entidades financieras, dada la información alrededor de que la financiación de las protestas se estaba haciendo a través de estos nuevos medios.
Hasta el momento la Royal Canadian Mounted Police (Rcmp) ha identificado más de 253 direcciones de criptobilleteras, sobre las cuales se impuso una orden de bloqueo. De igual forma, fueron congeladas más de 206 cuentas bancarias que manejaban fondos relacionados con las protestas y los bloqueos.
La inclusión específica de estas monedas virtuales puso de manifiesto la necesidad que tienen los estados de evolucionar en las técnicas para el rastreo de dinero. No solo para frenar este tipo de bloqueos y protestas, sino también para combatir el lavado de activos. Sin embargo, lo ocurrido en Canadá comprobó que el margen de maniobra aún es muy bajo. Ejemplo de ello es lo sucedido con la orden dada por la alta corte de Ontario a la billetera virtual Nunchuk.
El 18 de febrero el tribunal le ordenó congelar los fondos de algunos usuarios asociados con las protestas, a lo que la empresa contestó que era imposible dada la naturaleza del servicio que proporcionaba.
“No recopilamos ninguna información de identificación del usuario más allá de las direcciones de correo electrónico. No tenemos llaves. Los activos de nuestros usuarios no se pueden deshabilitar. No se pueden bloquear transacciones”, escribió Nunchuk en una carta enviada a la corte.
El llamado Convoy de la libertad inició recaudando aportes a través de GoFundMe. Tras alcanzar casi US$10 millones, este fondo fue congelado por las autoridades. Según un análisis del periódico Washington Post sobre una filtración de los datos de los donantes, cerca del 42% del dinero provino desde los Estados Unidos, comprobando la intervención de no nacionales en el caos generado durante más de tres semanas.
Finalmente, aunque las protestas y la ocupación en Ottawa ya cesaron, la investigación a los financiadores y la judicialización a los promotores de los bloqueos apenas comienza, así como también pasa con el debate en torno a si es posible crear una mayor regulación en torno a las billeteras y monedas virtuales.