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Según la Cepal América Latina y China deben fortalecer el comercio y las inversiones

Colprensa

Existe optimismo en las Cámaras de Comercio de América Latina por la evolución de la economía china y las favorables expectativas de oportunidades de negocios que se abren con las nuevas reformas aprobadas por el Tercer Pleno del Comité Central del Partido Comunista, destacó la Cepal. 

El director de Comercio Internacional e Integración de la Cepal, Osvaldo Rosales, comentó que "similar optimismo hay respecto de la evolución probable del comercio de América Latina con China, en particular, apostando a diversos nichos de especialización en manufacturas y servicios, que surgirían de la implementación de las reformas económicas".

Se han detectado "interesantes opciones de diversificación exportadora en los rubros de alimentos sanos y de calidad (lácteos, carnes, frutas, vinos, licores, alimentos preparados, alimentos para bebés), y en productos para bebés y para tercera edad, subrayó.

Lo mismo ocurre en diversos servicios como seguridad minera, ingeniería y arquitectura antisísmica, medioambientales, tratamiento de aguas servidas, recolección y tratamiento de desechos, reforestación, planificación urbana, turismo y entretenimientos.

Rosales, quien ha tenido a su cargo los vínculos directos con instituciones chinas, en particular con los centros de estudio y organizaciones empresariales, consideró que las cámaras latinoamericanas tienen muy limitada experiencia en la exportación de servicios a China, salvo casos aislados de Argentina, Chile, Cuba y Uruguay.

En su opinión, "pocos países latinoamericanos están trabajando en la penetración de los mercados de ciudades chinas de tamaño menor o intermedio. Sin duda acá hay un tema de recursos financieros y humanos asignados a la promoción del comercio y las inversiones con tales ciudades", indicó.

China desarrolla un gran proyecto de urbanización para crear nuevas ciudades y modernizar otras, como parte del cambio de su modelo económico basado en el consumo interno, lo cual favorecerá a los países de América Latina, donde se tiene una amplia experiencia en ese campo.

De acuerdo con Rosales, todavía "son muy limitadas las experiencias de alianzas de empresas latinoamericanas con empresas chinas, y no se aprecian casos de alianzas entre dos o más empresas para invertir o realizar negocios conjuntos en China".

Explicó que aún se tiene poca experiencia y conocimiento en las cámaras de comercio de la región en lo referente a marcas, patentes y franquicias y en cadenas de valor asiáticas vinculadas al mercado chino.

Señaló que las principales dificultades que encuentran para incrementar y diversificar el comercio con China tienen raíces internas y externas.

Entre las internas, destacan la limitada oferta exportable, la reducida escala de los envíos y las brechas en infraestructura, logística y transporte y, en China, el desconocimiento de su idioma, cultura, protocolo y regulaciones de comercio e inversión, y la insuficiente información sobre referencias comerciales de las contrapartes chinas.

Según Rosales, se trata de temas que se deben resolver en cada país y en la región, al avanzar en competitividad e innovación a través de políticas industriales que busquen reforzar explícitamente el vínculo entre nuestros recursos naturales con las actividades de manufacturas y servicios más cercanas.

Por todo lo anterior, se ha propuesto crear un Centro de Facilitación del Comercio en Beijing, orientado a colaborar con los gobiernos y cámaras de comercio de América Latina para viabilizar el intercambio con la nación asiática.

Ya en la capital china existen las cámaras de comercio de Europa y de Estados Unidos, las cuales ofrecen ese tipo de apoyo a sus empresas, al facilitar la labor de sus exportadores.

Rosales comentó que dicho Centro puede actuar como un soporte institucional para facilitar el diálogo entre las embajadas y las agencias de promoción latinoamericanas del comercio presentes en Beijing, por una parte, y las agencias chinas de promoción del comercio y las inversiones, por otra.

Uno de sus objetivos sería tratar de sortear las actuales barreras al comercio e identificar las regulaciones más frecuentes, a partir del diálogo y la búsqueda conjunta de soluciones con las agencias chinas pertinentes.

También se pueden llevar a cabo investigaciones básicas sobre nichos específicos de mercado en ciudades de tamaño pequeño o intermedio; realizar asesorías jurídicas, de mediación y arbitraje; editar información sobre las normas chinas aplicadas al comercio y la inversión, y contar con una base de datos comerciales.

"Considerando que los objetivos de las reformas económicas en curso en China buscan mayor presencia de pequeños y medianos exportadores chinos en los envíos a la región, este centro de facilitación también ayudaría eficazmente a estos esfuerzos", destacó Rosales.

"Este Centro podría ser el primer paso para un futuro Edificio América Latina en Beijing, que albergaría no sólo a las agencias de comercio e inversión, sino también sería el ícono de la presencia latinoamericana en Beijing, exponiendo la cultura, el arte, el deporte, la ciencia y el cine de América Latina", agregó.

Aseguró que es una idea que se propone a los gobiernos de América Latina y a los bancos de fomento de China y la región, para contar con los recursos necesarios y aspirar a obtener facilidades del gobierno chino para inaugurar en el futuro una oficina en Beijing que facilite los contactos con las empresas de ese país.