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Según Moody's, calificaciones de deudas soberanas serán estables en 2015

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Moody’s dijo que su panorama de crédito soberano global era “ampliamente estable” por primera vez en varios años, durante los cuales los problemas de deuda que asolaron a Europa y una bonanza de los recursos naturales, que impulsaron a las economías productoras de materias primas, provocaron una fuerte bifurcación de tendencias.

Casi un 80 por ciento de las calificaciones soberanas de Moody’s tienen ahora un panorama estable, más que el 70% de comienzos de año, lo que significa que la agencia no prevé cambios de nota en el mediano plazo.

13% tiene panorama negativo, menos que el 22% de enero, mientras que cerca de un 7% de las calificaciones soberanas tienen un panorama positivo.

“Nuestro panorama global soberano para 2015 es ampliamente estable, un cambio respecto de las tendencias globales divergentes vistas en años recientes”, sostuvo Moody’s.

“Prevemos que la recuperación global gradual continúe”, agregó.

Ante un alivio a la crisis de la zona euro y la probabilidad de un menor crecimiento en América Latina debido a un enfriamiento de los mercados de materias primas, “el más reciente ciclo de cambios de crédito y calificación está llegando a su fin (...) dejando a su paso una arquitectura de crédito más estable”, dijo la agencia.

Moody’s citó cuatro principales riesgos que podrían descarrilar su visión, encabezados por la posibilidad de que una esperada alza de las tasas de interés en Estados Unidos sacuda a los mercados financieros.

Una desaceleración del crecimiento económico en China y el estancamiento de la zona euro eran otros riesgos, mientras que las tensiones entre Rusia y Occidente por Ucrania y el conflicto en Oriente Medio también estaban incluidos en la lista.

“Una normalización desordenada (de las tasas de interés en Estados Unidos) impactará al riesgo de crédito soberano casi inmediatamente a través de un efecto en los precios de activos y flujos de capital”, pero en las calificaciones ya se considera algún grado de volatilidad.