Seis regalos que no puede entregar en el intercambio navideño de la oficina
jueves, 18 de diciembre de 2014
Ripe
Lencería o regalos íntimos. Te tocó regalarle algo a “Brunela” y sabes que ella es una mujer felizmente casada. A su marido le encantaría que ella tenga ropa interior sexy, ¿cierto? ¿O qué hay de Hernando? Él parece estresado; tal vez debas darle un cupón para un masaje gratis. Lo que estás pensando déjaselo a ellos porque eso esta mal. ¿Puedes imaginar la cara de Brunela o de Hernando mientras abren su regalo inapropiado frente a todos? Ahórrate y ahórrales un mal rato.
Un libro de autoayuda o de cómo hacer mejor su trabajo. Si te toca regalarle a tu jefe, ¿pensarías darle un libro titulado “Gestión para tontos”? ¿O a una compañera que disfruta mucho de los cocteles un libro llamado “La sociedad alcohólica: adicción y recuperación del ser”? Estos libros casi siempre envían el mensaje equivocado: tú no eres muy bueno en la vida, he aquí un libro para ayudarte.
Algo usado. Algunas personas esperan hasta el último momento para comprar un regalo el intercambio, y en lugar de comprar rápidamente una tarjeta de regalo, deciden dar por obsequio algo propio. Ahora bien, en algunos casos, reciclar regalos funciona (si está todavía en el embalaje original y a la otra parte en realidad le gustará), pero por lo general es mejor abstenerse de la idea de regalar algo usado.
Artículos de higiene o productos de belleza. Perfume, desodorante, o cualquier otro producto de higiene nunca es una buena idea para un regalo de la oficina. Debes pensar dos veces antes de dar una cosa que podría insinuar que él o ella huele mal o se ve mal de alguna manera.
Una Biblia o los regalos religiosos. Las vacaciones son un tiempo para estar en familia y celebrar la fe de uno. La religión es algo de lo que mucha gente no habla en la oficina (porque, por supuesto, la charla de religión en la oficina no es recomendable). Por lo tanto, no puedes saber la fe del destinatario del regalo. Esto provoca que la gente se sienta incómoda y es simplemente inadecuado.
Un cupón de descuento. Este es un regalo que sólo demuestra que te importa demasiado no gastar y eres algo avaro. Esto no es realmente un regalo, es una oferta. Tú no quieres ser el que le dio a su colega a una gift para la Navidad.