Senado de EE.UU. aprobó el acuerdo para acabar con crisis de deuda
jueves, 17 de octubre de 2013
El Senado de Estados Unidos aprobó hoy un acuerdo para acabar con una crisis política que ha paralizado parcialmente al Gobierno y que ha puesto a la mayor economía del mundo al borde de una cesación de pagos potencialmente devastadora.
Se espera que la Cámara de Representantes -controlada por los republicanos- reciba la iniciativa, luego de que el portavoz del cuerpo legislativo, el republicano John Boehner, abandonara los intentos de su partido por ligar la medida de financiamiento a cambios en la Ley de Salud del presidente Barack Obama.
A pesar de todo, el acuerdo solo es una solución temporal y no resuelve los temas fundamentales de gasto y déficit que dividen a los republicanos y demócratas.
La iniciativa otorga financiamiento al Gobierno hasta el 15 de enero y eleva el techo de endeudamiento hasta el 7 de febrero, por lo que los estadounidenses podrían enfrentar otra parálisis del Gobierno a principios del próximo año.
Con la noticia del acuerdo, las acciones estadounidenses subieron a niveles cercanos al récord histórico.
El pleito entre republicanos y la Casa Blanca en torno al financiamiento al Gobierno había forzado a dar licencia temporal a cientos de miles de empleados públicos desde el 1 de octubre y había despertado preocupaciones de que las políticas impulsadas por las crisis fueran la nueva regla en Washington.
El senador republicano John McCain, cuyos socios políticos desencadenaron la crisis al oponerse a la ley de salud del presidente Obama, sostuvo el miércoles que el acuerdo marcó “el fin de una odisea de agonía” para los estadounidenses.
“Es uno de los capítulos más vergonzosos que he visto en los años que pasé en el Senado”, dijo McCain, quien exhortó a los republicanos a no ligar sus demandas sobre la ley ‘Obamacare’ al límite de endeudamiento o el financiamiento federal.
El Senado aprobó la medida con una votación de 81-18 y se esperaba que la Cámara de Representantes hiciera la propio, allanando el camino para que Obama promulgue la ley a más tardar el jueves, cuando el Departamento del Tesoro asegura que llegará al techo de endeudamiento de US$16.700 billones.
El mandatario dijo que promulgará la ley en cuanto llegue a la Casa Blanca.
"Podemos comenzar a quitar de encima esta nube de incertidumbre e intranquilidad a nuestras empresas y a los estadounidenses", sostuvo Obama poco después de la aprobación del Senado.
La reapertura total del Gobierno probablemente tomará varios días. Mientras algunas funciones esenciales como la defensa y el tráfico aéreo se han mantenido, parques nacionales y dependencias como la Agencia de Protección Ambiental han estado cerradas.
Aunque el acuerdo extiende la autorización de Estados Unidos para contraer préstamos hasta el 7 de febrero, el Departamento del Tesoro tendría herramientas para ampliar temporalmente su capacidad de endeudamiento más allá de esa fecha si el Congreso no actúa a principios del 2014.
El acuerdo incluye algunos procedimientos de verificación de ingresos para quienes buscan subsidios bajo la ley de salud, pero los republicanos cedieron en sus intentos de incluir otros cambios.
CARRERA CONTRARRELOJ
A pesar de que los analistas y funcionarios de Estados Unidos dicen que el Gobierno aún tendría unos US$30.000 millones en efectivo para pagar varias obligaciones por al menos algunos días después del 17 de octubre, el sector financiero podría trabarse si el acuerdo no es aprobado en ambas cámaras.
El acuerdo muestra un cese del fuego temporal entre republicanos y la Casa Blanca en la última lucha en torno al gasto y el déficit que ha paralizado tanto a la toma de decisiones como a funciones básicas del Gobierno.
La disfunción política ha preocupado tanto a aliados de Estados Unidos como a acreedores como China, el mayor tenedor extranjero de deuda estadounidense, y despertó preguntas sobre el impacto en el prestigio del país.
El Departamento del Tesoro dijo que la situación corría el riesgo de dañar la reputación de Estados Unidos como un refugio y un centro financiero estable.
El acuerdo es una victoria para Obama, que se mantuvo firme y se negó a negociar cambios a la ley de salud, y una derrota para los republicanos que han sufrido una reacción negativa del público norteamericano, de acuerdo a sondeos de opinión.