Globoeconomía

Si los ajustes fracasan, Iberia tendría que despedir a más empleados el próximo año

Marcela Chacón Sierra

El histórico despido de 4.500 empleados de Iberia no será la única reforma que hará el holding empresarial International Airlines Group (IAG) para salvar a la aerolínea. Pero si la reducción de las 25 flotas, la suspensión del 15% de las rutas, algunas actividades de mantenimiento y otras medidas igual de severas no funcionan, la compañía española amenaza con mayores despidos en 2013.

IAG, la fusión de Iberia con British Airways, se juega sus últimas cartas para salvar a la aerolínea española, la cual registra pérdidas récord de €1,7 millones diarios. Para Iberia, el principal reto que enfrenta con el recorte de personal, el cual representa la cuarta parte de la firma, es llegar a 2015 con una mejoría en los resultados de al menos de €600 millones. De ahí la necesidad de hacer más ajustes.

Por ello, Rafael Sánchez Lozano, presidente de Iberia, afirmó que las duras decisiones para salvar la compañía son necesarias para que la aerolínea se pueda adaptar al nuevo entorno competitivo, donde sus costos son mucho más altos que los de sus principales competidores en España y América Latina.

“El tiempo juega en contra nuestra. Hemos fijado el 31 de enero de 2013 como fecha límite para alcanzar un acuerdo. Vamos a negociar haciendo todos los esfuerzos necesarios, pero si no alcanzamos un acuerdo, tendremos que tomar decisiones más radicales que conllevarán mayores reducciones de capacidad y de empleo”, afirmó el vocero en un comunicado.

Por su parte, Willie Walsh, presidente ejecutivo de IAG, dijo que, además de estos recortes, se espera que la estrategia de IAG en España vaya acompañada de la oferta pública de adquisición del 55% de Vueling que el holding no controla, pues la situación de Iberia es “insostenible”.

“No hay la intención de fusionar Vueling con Iberia Express (línea de bajo costo de la española). Es preferible dejar a Vueling como una entidad independiente dentro del grupo, porque su equipo ha hecho un trabajo fantástico”, aseguró.

Alfonso Ávila, presidente de Easy Fly, cree que “el plan de transformación de Iberia es una de las consecuencias directas que presentan las compañías españolas al estar rezagadas por la recesión económica, especialmente, por su consumo doméstico”.

El empresario considera que el plan de Iberia debe incluir cambios estructurales permanentes en todas las áreas de negocio de la compañía, pues, de no surtir efecto, las rentabilidad de IAG correría peligro en el corto plazo.

Este pronóstico no está lejos. El reciente balance trimestral de IAG de septiembre ya da los primeros indicios: entre enero y septiembre, mientras British Airways presentó ganancias de €286 millones , Iberia dio pérdidas récord de €263 millones. Así, la holding promedió pérdidas de €39 millones en ese periodo, frente a los €365 millones de 2011.

Se espera que esta última oportunidad tenga un impacto positivo en las cuentas del grupo, pues se comprometieron a actuar de forma unitaria en el plan de rescate de Iberia.

Alfonso Ávila
Presidente de Easy Fly

“El proceso de ajuste que se realizará en Iberia, especialmente con el volumen de operaciones de sus vuelos, no creo que afecte directamente a países de gran ejercicio como Colombia”.