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Sin el Pmdb crece la posibilidad de juicio a Rousseff

Diario Financiero - Santiago

El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (Pmdb) rompió con el Partido de los Trabajadores (PT) y en su convención nacional finalmente decidió salir del Gobierno.

Esta medida supone que todos los ministros del partido saldrán del gabinete cuanto antes.

La decisión fue tomada en tres minutos durante una reunión del directorio nacional en Brasilia, y fue anunciada por el vicepresidente nacional del Pmdb, el senador Romero Jucá.

“Nadie en el país está autorizado a ejercer cualquier cargo federal en nombre del Pmdb”, aseguró Jucá. 

“La decisión está tomada. Viva Brasil”, añadió el político. 

Una ruptura como esta aumenta las posibilidades de una impugnación en la Cámara de Diputados e incrementa, a su vez, la presión para que Rousseff presente su renuncia.

La salida se produjo pese a los esfuerzos realizados por el expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, quien mantuvo intensas negociaciones con el vicepresidente de Brasil y timonel del Pmdb, Michel Temer, para evitar el quiebre.

El lunes, la Orden de Abogados de Brasil (OAB) presentó una nueva petición de impugnación contra la presidenta, lo que desató una batalla en el Congreso.

“La verdad es dura, la OAB apoya la dictadura”, gritaron los contrarios al ‘impeachment’, mientras que los abogados respondieron vociferando “Lula ladrón” y “nuestra bandera jamás será roja”.

Los abogados argumentan que Rousseff intentó obstruir a la justicia cuando nombró al expresidente Lula da Silva como ministro de Casa Civil, ya que su condición de ministro le habría dado fuero privilegiado. 

Lula duró sólo 40 minutos en el cargo, luego de que su nominación fuera suspendida por el Supremo Tribunal Federal.

De acuerdo al sistema presidencial brasileño, Rousseff seguirá en el cargo, pero la ruptura aumenta bastante las probabilidades de ser sometida a un juicio político dentro de pocos meses, situación que colocaría a Temer en el sillón presidencial.

La oposición continúa aumentando la presión para someter a Rousseff a un juicio político por romper presuntamente las leyes presupuestarias.

Sus esfuerzos ganaron impulso gracias al aumento de la frustración entre los brasileños por la peor recesión que vive el país en décadas y un vasto escándalo de corrupción que afecta al círculo íntimo de la presidenta.

Rousseff ha rechazado las acusaciones de irregularidades y afirmó que el intento para someterla a un juicio político es un golpe de Estado.

La pérdida de su principal socio de coalición podría empujar a que partidos más pequeños abandonen también el Gobierno, dejando a la primera presidenta de Brasil cada vez más aislada.