Solo 64% de personas en la región está cubierto por programas de protección social

El más reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reportó el estado de los sistemas de protección social a nivel mundial, un factor que se vio afectado con la llegada de la pandemia. Entre los datos del documento, se estima que África es la región con menor cobertura en temas de protección social. En Latinoamérica se estima que solo 64% de los habitantes está cubierto por sistemas de seguridad social y a nivel mundial solo 46,9% de la población se ha beneficiado con este tipo de cobertura.

El informe apunta a que la pandemia provocó una mayor atención de los gobiernos a la salud y las prestaciones por enfermedad y desempleo, asegurando que aunque casi dos tercios de la población mundial se encuentra protegida por algún régimen de salud, sin embargo, todavía siguen existiendo importantes brechas de cobertura y adecuación.

Entre las cifras reportadas, se encuentra que el continente con la menor cobertura en este tipo de sistemas es África, pues solo 17,4% de su población recibe al menos una prestación de protección social. Por su parte, en los trabajadores desempleados, solo 5,3% reciben algún tipo de acompañamiento de estos servicios y únicamente 27% de los adultos mayores reciben sus prestaciones.

Respecto a la situación en la región, se estima que en las Américas 64,3% de la población en general recibe al menos una prestación de protección social, pese a ello, los adultos mayores tienen la segunda mejor tasa de cobertura entre los demás continentes comparados, registrando una cifra de 88,1%. Los avances cambian si se trata de población desempleada, donde solo 16,4% está cubierta por estos servicios.

En el caso colombiano, Mauricio Olivera, director de Econometría y expresidente de Colpensiones, aseguró que el principal problema en el país es la poca cobertura de los sistemas de protección social, apuntando a que solo 25% de trabajadores en edad de pensión cuentan con ellas.

“En Colombia hay un reto financiero en cuanto a la protección social, pero una reforma de pensiones, por ejemplo, debe estar enfocada en aumentar la cobertura, para esto se han creado programas de beneficios económicos como los Beps, que son un gran avance en estos temas, tratando de dar incentivos para trabajadores informales, con el fin de que puedan ahorrar para su vejez”, comentó Olivera.

Esta idea a su vez fue soportada por Camilo Cuervo Díaz, abogado experto en temas laborales, quien aseguró que el paradigma estructural en el sistema legal laboral es una de las principales barreras.

“Se cree que la única vía de formalización es el contrato de trabajo, es decir, se asume que la seguridad social y el contrato de trabajo van de la mano, sin embargo, no se entiende que la seguridad social va mucho más allá y hoy es autónoma de la relación de trabajo”, agregó.

Además, comentó que otra de las barreras para la poca cobertura es la afiliación y pago, pues a pesar de los avances en los últimos años, sigue siendo engorroso para un trabajador independiente el hecho de afiliarse a un sistema de este tipo.

Respecto a los otros continentes, Europa y Asia Central se destacan como los territorios con mayores garantías en seguridad social para sus habitantes, pues gran parte de sus cifras de cobertura están por encima de 70%. Además, al menos, 96,7% de adultos mayores está cobijado por estas medidas, y 83,9% de su población recibe al menos una prestación de protección social.

Después de África, los Estados Árabes son el territorio con la menor cobertura, pues allí solo 24% de adultos mayores recibe prestaciones y 44% de habitantes está cobijado.

Sistemas de protección social para menores siguen siendo limitados

De acuerdo con el informe de la OIT, la gran mayoría de los niños en el mundo no cuenta con una cobertura de protección social efectiva. Solo 26,4% de los niños recibe este tipo de prestaciones y la cobertura efectiva es especialmente baja en algunas regiones. En Asía la cobertura solo es de 18%, en los Estados Árabes solo se cobija a 15,4% y en África solo 12,6%; además el gasto nacional en la protección de infancia es demasiado bajo, pues solo se destina 1,1% del PIB a los niños, frente a 7% destinado a las pensiones.