Solo Mark Zuckerberg supera a Santo Domingo como el millonario más joven del mundo
viernes, 14 de marzo de 2014
Cynthia de Benito
Con 37 años y un conglomerado de empresas que poseen un valor de US$12.400 millones, resultaba difícil excluir a Alejandro Santo Domingo de una lista compuesta únicamente por otras dos personas: Mark Zuckerberg y Dustin Moskovitz, ambos socios fundadores de Facebook. Los tres son los menores de 40 años más ricos del mundo, según el ranking publicado por Bloomberg.
Desde que heredó la empresa de su padre en 2011, Santo Domingo lleva las riendas de Valorem, que gestiona la mayoría de su fortuna, Bavaria y una potente cartera de acciones asentadas principalmente en Colombia y que incluyen participación en Caracol Televisión y Gases del Caribe, entre otros que hacen que su portafolio tenga un valor de US$1.500 millones, según estimaciones de Bloomberg con base a las inversiones y el comportamiento del grupo en los mercados.
“Lo cierto es que posee un portafolio diversificado que hace que aunque a veces pueda equivocarse con alguna inversión, evite malos resultados. Para ser tan joven resulta algo conservador en los negocios, no suele arriesgarse”, afirma Sandra Jiménez, analista de banca de inversión en Profesionales en Bolsa.
A excepción de alguna tentativa de escaso éxito en Venezuela en octubre, explica Jiménez, no hay fisuras en los movimientos empresariales, y sin embargo su posición en este ranking sale perjudicada con respecto al año anterior. Santo Domingo se sitúa en el escalón 84, según Bloomberg, tras haber perdido un valor de US$1.400 millones desde 2013, cuando se figuró en el puesto 69 de la lista, que aglutina a los 300 millonarios más ricos del mundo.
Este indicador se suma a otro en el que el joven heredero también perdió, la lista de Forbes, que la semana pasada le otorgó el lugar 102, cuando el año anterior se encontraba en el número 82. Paralelamente a este descenso, sus números empresariales fueron positivos a lo largo del año y reportaron beneficios en las cuentas.
¿Dónde está entonces la paradoja? Para Alejandro Reyes, director de estudios económicos de Ultrabursátiles, el problema está en que este tipo de listas internacionales “utilizan una medición estandarizada que tiene en cuenta aspectos como el impacto de la tasa de cambio”, y al ser en estos momentos más fuerte el dólar que el peso, su valor disminuye en comparación a otros empresarios que operan con la divisa estadounidense.
“Esto afecta a sobre todo a empresas en economías emergentes, que perdieron valor intrínseco”, añade Reyes.
Pero para otros expertos, como Marcel Hofstetter, director del área de finanzas internacionales de la Universidad de la Salle, la responsabilidad no está en una variación en la tasa de cambio, sino en una fijación de objetivos modesta a la que falta algo.
Entre los colombianos del escalafón también se encuentran Luis Carlos Sarmiento con una fortuna avaluada en US$15.300 millones, y el puesto 55, y Carlos Ardila Lülle de $5.600 millones, que está en 252.
En el escalafón general, la novedad se encontró en que Warren Buffet, con US$63.400 millones, sacó del segundo lugar a Carlos Slim (US$62.900 millones). El rey de la lista sigue siendo Bill Gates, con US$77.700 millones.
Las distintas varas de medir en listas internacionales
A unque tanto Forbes como Bloomberg elaboran listas de millonarios internacionales, utilizan criterios distintos para la medición que hacen que a veces exista un desfase de US$1.000 millones en el patrimonio estimado de cada empresario. Mientras Forbes se fija en valores netos, activos privados y públicos, deuda y bienes raíces, Bloomberg utiliza como metodología principal el tamaño de la empresa y el sector donde opera.
Las opiniones
Sandra Jiménez
Analista de inversión en Profesionales en Bolsa
“La bajada de Santo Domingo responde a la venta de activos en economías no tan rentables y con riesgo, como Venezuela, en octubre pasado”.
Alejandro reyes
Director de estudios económicos en Ultrabursátiles
“Santo Domingo no cayó tanto en resultados, pero se tiene en cuenta el coste de oportunidad cuando se valora el patrimonio”.