Telefónica y Vodafone están ultimando la creación de una empresa conjunta de fibra
martes, 30 de julio de 2024
El esquema de la empresa conjunta que negocian ambos es similar al del acuerdo inicial que han alcanzado Vodafone y Masorange
Expansión - Madrid
Telefónica y Vodafone España están ultimando las negociaciones para la constitución de una empresa conjunta de fibra óptica -netco o fiberco en la jerga del sector- que permita a Vodafone España monetizar parte de sus clientes de banda ancha, en la misma línea de la netco anunciada por Vodafone con Masorange. La empresa conjunta de Telefónica y Vodafone sería de menor dimensión, de entre 3 y 4 millones de hogares, es decir, aproximadamente una tercera parte de la que han pactado Vodafone y Masorange.
Vodafone España, la compañía de telecos controlada por la británica Zegona, está negociando con Telefónica un acuerdo mayorista que incluye la constitución de una empresa conjunta de red fija de banda ancha, lo que se denomina Netco o Fiberco así como un acuerdo de alquiler de red. El esquema de la empresa conjunta que negocian ambos grupos es similar al del acuerdo inicial que han alcanzado Vodafone y Masorange para constituir un vehículo corporativo similar.
La gran diferencia, sin embargo, es la dimensión del proyecto, mucho menor en el caso de Telefónica y Vodafone que en el de ésta con Masorange. Así, mientras que en el caso de la netco de Masorange-Vodafone, el tamaño de la netco alcanzará los 11,5 millones de unidades inmobiliarias (UUII, viviendas, oficinas y locales), como confirmaron las dos empresas la semana pasada, en el de la de Vodafone y Telefónica su dimensió sería de entre tres y cuatro millones de UUII, es decir, aproximadamente un tercio de la otra.
Sin embargo, el esquema societario de la nueva netco sería similar, puesto que la empresa conjunta se crearía con la aportación de infraestructura y de clientes de banda ancha -que es lo más importante, porque son los que van a generar los ingresos- de los dos operadores, aunque mayoritariamente de Telefónica.
Y también regula el mecanismo de entrada para un socio inversor institucional, un fondo de infraestructuras o un fondo de pensiones, con una participación minoritaria, como una de las vías de monetización para poder bajar la deuda sobre todo de Vodafone.
Además de la potencial constitución de la netco conjunta, las negociaciones también incluyen la posibilidad de un acuerdo de red por el que muchos de los clientes de banda ancha de Vodafone acabarían usando la red de fibra de Telefónica. Las fuentes conocedoras señalan que hay más posibilidades de que se cierre la creación de la netco que de que se alcance finalmente el otro acuerdo mayorista convencional.
Hay que tener en cuenta que el uso de la red de Telefónica por parte de clientes de Vodafone es algo que ya ocurre en muchas zonas de España, puesto que la red de Vodafone, incluso incluyendo los tramos en que es de cable (la tecnología denominada HFC, que es una combinación de fibra y cable coaxial para la última milla) sólo llega a unos 11 millones de hogares, frente a los casi 30 millones que tiene la de Telefónica.
Por eso, en muchas zonas los clientes de fibra de Vodafone usan la red de Movistar. Lo que pasa es que, de cerrarse este acuerdo, una parte de los clientes que aún están usando la red propia de Vodafone pasarían a utilizar la del operador histórico, previsiblemente a cambio de unas condiciones preferenciales en cuanto al precio del alquilar y un compromiso a largo plazo.
De esta forma, por una vía o por la otra, Telefónica se garantizaría a largo plazo un flujo de ingresos mayoristas superior al que tiene ahora procedente de Vodafone para su red de banda ancha fija. Los ingresos mayoristas son fundamentales para la rentabilidad, ya que para lograrlos se incurre en muchos menos costes que con los ingresos minoristas que requieren subvenciones al móvil, el coste de pagar el router y la instalación, etc.
Por eso, los ingresos mayoristas se transforman casi directamente en márgenes. Telefónica ya se ha asegurado este año un importantísimo contrato mayorista al cerrar un acuerdo a primeros de julio con Digi por el que el cuarto operador va a compartir la red móvil con Movistar hasta el año 2041.
Además, Telefónica ya cuenta con una netco, Bluevía, especializada en el negocio de fibra en zonas rurales, que tiene como objetivo llegar a alrededor de 5 millones de hogares. En Bluevía, Telefónica dio entrada a dos socios financieros instituciones, Vauban Infrastructure Partners y Crédit Agricole Assurances, a los que vendió 45% del capital por 1.021 millones de euros (US$1.106 millones) a finales de 2022.
Con la netco para el negocio rural, Telefónica se ha preocupado de mantener siempre el control de la compañía, al disponer de 55% del capital. Por tanto, previsiblemente, Telefónica querría también en esta ocasión mantener el control de la compañía resultante del acuerdo con Vodafone, especialmente ahora que el grupo de telecomunicaciones tiene la presencia del Gobierno en el capital, como primer accionista, con 10% y un consejero.