TikTok espera un salvavidas de Trump, aunque alguna vez estuvo a favor de prohibirlo

Algunos empleados y creadores de TikTok, preparándose para una posible prohibición de la popular plataforma para compartir videos a partir de enero, han llegado a ver al presidente electo Donald Trump como un posible salvador.

Trump, que ha insinuado públicamente que cree que prohibir TikTok es una mala idea, podría intentar frustrar una ley firmada por el presidente Joe Biden. Esa ley cerraría la aplicación, que es utilizada por la mitad de la población estadounidense, por motivos de seguridad nacional a menos que la empresa matriz de TikTok con sede en China, ByteDance Ltd., acepte vender su joya de la corona a un propietario estadounidense, algo que ByteDance ha dicho que no está dispuesta a hacer.

Es posible que Trump pueda idear una solución alternativa a la venta, instar al Congreso a derogar la ley o instruir a su Departamento de Justicia a no aplicarla, pero ninguno de esos escenarios es tan simple como parece. Algunos dentro de la empresa no confían en que Trump cumpla. Les preocupa que pueda ser errático o que pueda enfurecer a los aliados en el Congreso que redactaron la ley, y se preguntan si a él siquiera le importa TikTok ahora que la campaña ha terminado.

Aun así, la victoria de Trump “mejora significativamente el panorama para TikTok, de eso no hay duda”, dijo el ex asesor general de la Agencia de Seguridad Nacional Glenn Gerstell en una entrevista con Bloomberg. “Ahora se enfrentan a un presidente que ha dejado constancia de su apoyo a la revocación de la prohibición”.

“Hay otros 100 factores, por lo que no es un hecho consumado”, añadió. “Pero la dinámica ha cambiado a favor de TikTok”. TikTok no respondió a una solicitud de comentarios.

Los líderes políticos de ambos partidos consideran desde hace tiempo que TikTok es una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos debido a la enorme cantidad de datos confidenciales que recopila la aplicación sobre los usuarios estadounidenses y a su capacidad para influir en el discurso público. Trump intentó prohibir TikTok mediante una orden ejecutiva durante su última presidencia, pero ese esfuerzo fracasó y finalmente fracasó después de perder su candidatura a la reelección.

La idea de proteger mejor TikTok o prohibirlo de alguna manera cobró nuevo impulso con Biden cuando el Congreso vio evidencia más clara de que ByteDance había accedido a datos confidenciales de TikTok en China y había usado TikTok para vigilar a ciudadanos estadounidenses. El Congreso aprobó un proyecto de ley bipartidista para forzar la venta o enfrentar una prohibición, y Biden lo convirtió en ley en abril.

TikTok y ByteDance demandaron al gobierno de Estados Unidos en mayo para luchar contra la medida de desinversión o prohibición, que según afirman es inconstitucional. Igualmente importante, tal vez, fue que Trump también salió a decir que se oponía a la prohibición de TikTok, lo que sorprendió a muchos en su propio partido.

“Lo que no me gusta es que sin TikTok, Facebook se hará más grande, y considero que Facebook es un enemigo del pueblo”, dijo Trump a la CNBC en marzo, y se hizo eco de ese sentimiento en una entrevista posterior con Businessweek . (Negó que el cambio de opinión tuviera algo que ver con sus vínculos con el megadonante republicano Jeff Yass, que tenía una participación de US$15.000 millones en ByteDance ). Poco después, Trump se unió a TikTok para llegar a los votantes jóvenes en su campaña de reelección.

Existe la posibilidad de que Trump nunca tenga que intervenir. El Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos en Washington escuchó los argumentos de TikTok en contra de la ley en septiembre y se espera que emita un fallo sobre si la mantiene o la revoca antes del 6 de diciembre. Sin embargo, la audiencia de septiembre no fue buena para TikTok. Una vez finalizada, los analistas de Bloomberg Intelligence redujeron sus probabilidades proyectadas de que TikTok venza la prohibición de 70% a 30%.

Ese proceso legal podría prolongarse si la parte perdedora consigue que la Corte Suprema revise la decisión. Otras maniobras legales también podrían retrasar las cosas mucho más allá de la fecha límite del 19 de enero, lo que podría poner en pausa la ley durante meses o más mientras el tribunal delibera. Biden también podría optar por extender la fecha límite de venta por 90 días. (Las nuevas proyecciones de Bloomberg Intelligence dicen que hay solo 20% de posibilidades de que el Circuito de DC detenga la fecha límite).

Un escenario de ese tipo permitiría a Trump sentarse y dejar que el proceso legal se desarrolle por sí solo, evitando un cambio total en su cruzada de 2020 contra TikTok y ayudándolo a mantener la postura dura hacia China que es central para su agenda.

Sin embargo, si tiene que actuar, Trump tiene varias opciones. Podría encontrar un comprador estadounidense (su ex secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, está entre los que han expresado interés), aunque ByteDance ha dicho que no está dispuesta a renunciar al poderoso motor de recomendaciones de TikTok.

Trump podría intentar encontrar una forma de mantener TikTok a través de una nueva solución que satisfaga tanto las preocupaciones de la compañía como las del gobierno de Estados Unidos sobre la seguridad nacional, como otra versión más efectiva del Proyecto Texas, el intento de TikTok de US$1.500 millones de acordonar los datos de los estadounidenses de China con la ayuda de Oracle Corp.

De hecho, el gigante del software ofrece otra justificación para que Trump sea más tolerante con TikTok: la asociación con Project Texas de la red social significa que ahora es un cliente masivo de Oracle, y Oracle fue la elección original de Trump para comprar la aplicación de video en 2020, cuando intentó impulsar su propio acuerdo. Los líderes de la empresa, como la directora ejecutiva Safra Catz, fueron cercanos a Trump al principio de su primer mandato mientras otros líderes tecnológicos lo criticaban, aunque el panorama ahora es más borroso ya que el presidente y cofundador Larry Ellison apoyó al rival de Trump, Tim Scott, en las primarias republicanas.

Trump también podría instar al Congreso a derogar o modificar su Ley de Protección de los Estadounidenses frente a Aplicaciones Controladas por Adversarios Extranjeros, o impulsar una legislación completamente nueva, ambas posibilidades son poco probables dado el abrumador apoyo bipartidista al proyecto de ley original. En teoría, Trump podría ordenar a su Departamento de Justicia que no aplique la ley, o que lo haga de manera selectiva, pero eso podría poner a las empresas tecnológicas estadounidenses en una posición precaria. La ley actual impone a empresas como Apple Inc. y Google (de Alphabet Inc.) la responsabilidad de retirar TikTok de sus tiendas de aplicaciones estadounidenses, y a los proveedores de servicios web de dejar de alojar su tráfico; si no lo hacen, acumularán rápidamente enormes multas.

Trump también podría tomar otras medidas para intentar revocar la legislación, como una orden ejecutiva opuesta a la que intentó implementar en 2020.

Pero todo esto podría ser irrelevante una vez que Trump regrese a la Casa Blanca y reciba información clasificada de seguridad nacional de agencias federales a las que simplemente no tuvo acceso mientras estaba en campaña, dijo Sarah Kreps, directora del Instituto de Política Tecnológica de la Escuela de Políticas Públicas Brooks de la Universidad de Cornell.

“Cuando hizo esos comentarios fuera de su cargo, no estaba al tanto de la información de inteligencia que parece haber influido en muchos miembros del Congreso en 2023 y 2024”, dijo Kreps a Bloomberg. “Cuando propuso esta [prohibición] en 2020, fue simplemente una muestra de pura antipatía hacia China, sin demasiada evidencia sobre lo que China podría estar haciendo”.

Y luego está la cuestión de cómo el enfoque de Trump hacia TikTok podría verse influenciado por el confidente y multimillonario propietario de X, Elon Musk, quien posiblemente hizo más que nadie para ayudar a Trump a recuperar la presidencia. Trump ya le ha prometido a Musk un papel importante en la Casa Blanca, y es posible que también le pida consejo al propietario de la red social sobre cómo manejar TikTok, lo que podría crear un conflicto de intereses.

“Por un lado, Musk es mucho menos hostil hacia China de lo que fueron las administraciones Biden o Trump”, dijo Kreps, señalando que la empresa automovilística de Musk, Tesla, hace muchos negocios en China.

Por otro lado, la aplicación X de Musk, que este año ha estado incursionando en el video, podría beneficiarse de una prohibición de TikTok. “No creo que sea exactamente el competidor de TikTok como lo serían Instagram, Snap o Reels”, dijo Kreps, pero “es el tiempo que la gente pasa en línea. Y preferiría que lo pasaran en X”.

Musk, por su parte, dijo en el momento en que Biden firmó la ley que TikTok no debería prohibirse, incluso si un cierre podría impulsar su propia plataforma.

“Hacerlo sería contrario a la libertad de expresión”, escribió Musk en X en abril. “No es lo que Estados Unidos representa”.