Tocilizumab de Roche demostró que reduce muertes en pacientes hospitalizados con covid
jueves, 11 de febrero de 2021
Tocilizumab, que se vende bajo la marca Actemra, es un fármaco de anticuerpos monoclonales antiinflamatorios intravenosos
Reuters
El medicamento para la artritis tocilizumab de Roche disminuye el riesgo de muerte entre los pacientes hospitalizados con COVID-19 grave, acortando también el tiempo de recuperación y reduciendo la necesidad de ventilación mecánica, mostraron el jueves resultados de un gran ensayo.
Los hallazgos del ensayo Recovery, que desde marzo de 2020 ha estado probando una variedad de tratamientos potenciales para covid-19, deberían ayudar a aclarar la confusión sobre si tocilizumab tiene algún beneficio para los pacientes con COVID-19 tras una serie de resultados dispares en ensayos.
"Ahora sabemos que los beneficios del tocilizumab se extienden a todos los pacientes con COVID con niveles bajos de oxígeno e inflamación significativa", afirmó Peter Horby, profesor de enfermedades infecciosas en la Universidad de Oxford e investigador principal conjunto de RECOVERY.
En junio de 2019, RECOVERY encontró que el esteroide dexametasona -barato y ampliamente disponible- redujo las tasas de muerte en cerca de un tercio entre pacientes con COVID-19 más graves. Desde entonces, el medicamento se ha convertido en parte del estándar de atención recomendado para pacientes graves.
Tocilizumab, que se vende bajo la marca Actemra, es un fármaco de anticuerpos monoclonales antiinflamatorios intravenosos usado para la artritis reumatoide. Se agregó al ensayo en abril de 2020 para pacientes con COVID-19 que requerían oxígeno y tenían evidencia de inflamación.
Los datos del estudio fueron de 2.022 pacientes con COVID-19 que fueron asignados al azar para recibir tocilizumab por infusión intravenosa y que se compararon con 2.094 pacientes asignados al azar a la atención habitual sola. Los investigadores apuntaron que el 82% de todos los pacientes estaban tomando un esteroide sistémico como la dexametasona.
Los resultados mostraron que el tratamiento con tocilizumab redujo significativamente las muertes: 596 (29%) de los pacientes del grupo de tocilizumab murieron en 28 días, en comparación con 694 (33%) pacientes del grupo de atención habitual.
Eso se traduce en una diferencia absoluta del 4% y significa que por cada 25 pacientes tratados con tocilizumab, se salvaría una vida adicional, dijeron Horby y su co-investigador principal Martin Landray.
Los científicos agregaron que se observó claramente que los beneficios del tocilizumab aumentaban los de los esteroides.
"Usado en combinación, el impacto es sustancial", indicó Landray, quien también es profesor de medicina y epidemiología de Oxford.
Añadió que los resultados "muestran claramente los beneficios del tocilizumab y la dexametasona para abordar las peores consecuencias del COVID-19: mejorar la supervivencia, acortar la estancia hospitalaria y reducir la necesidad de ventiladores mecánicos".
Bill Anderson, jefe de la división de medicamentos de Roche , sostuvo la semana pasada que los resultados dispares previos probablemente se debieron a diferencias en el tipo de pacientes estudiados, cuándo fueron tratados y el punto final: la coyuntura en la que se mide el éxito o el fracaso.
"Creemos que nos estamos acercando tanto a los puntos finales más relevantes como a la población de pacientes relevante", dijo Anderson. "Parece que los candidatos ideales son los pacientes que realmente se encuentran en esa fase aguda de ataque inflamatorio".
Actemra, junto con Kevzara del Sanofi, de efectos similares, recibió la autorización del Servicio Nacional de Salud (NHS) británico a principios de enero para pacientes con COVID-19 en unidades de cuidados intensivos después de que datos preliminares de un estudio más pequeño llamado REMAP-CAP indicaran que podría reducir las estadías hospitalarias en aproximadamente 10 días.
Durante 2020, Actemra se convirtió en el quinto fármaco más vendido de Roche, con ingresos de más de 3.000 millones de dólares, con casi 600 millones de dólares originados en tratamientos con COVID-19.