Globoeconomía

Toyota venderá con su marca vehiculos de Peugeot y Citroën

Ripe

Esta nueva alianza se enmarca en una estrategia para reducir costos, la cual no fue muy bien recibida por los sindicatos de trabajadores.

Los grandes grupos automovilísticos llevan tiempo volcados en una estrategia (imprescindible) de recorte de costes. Y esa necesidad de controlar los gastos está siendo el acicate para la aparición de continuas alianzas entre compañías rivales. PSA Peugeot Citroën y Toyota se embarcan en una profunda colaboración para compartir modelos de vehículos comerciales ligeros, y amplían así la alianza que ya mantienen en la producción de coches pequeños.

Toyota empezará en 2013 a vender en Europa con su propia marca modelos fabricados por el consorcio francés. El grupo japonés, en un primero momento, colocará su enseña en modelos derivados de los actuales Peugeot Expert y Citroën Jumpy, y también lo hará en los vehículos comerciales de la próxima generación que fabricará PSA Peugeot Citroën. El acuerdo de colaboración, que ambos grupos prevén que asegure la cooperación hasta "más allá de 2020", implica que Toyota participe en la financiación e inversión de los proyectos industriales de los nuevos modelos de PSA. Sin embargo, ambas compañías descartan que vayan a dar el salto a la producción conjunta.

Presión a los sindicatos

Con el anuncio de la alianza con Toyota, la dirección de PSA mete presión a los sindicatos de cara a la negociación que mantienen para contener costes. PSA ha anunciado este mes un plan de recortes que implica el despido de 8.000 empleados y el cierre de la mítica fábrica de Aulnay, cerca de París. El programa de despidos se ha encontrado con el rechazo frontal del nuevo Gobierno del socialista François Hollande.

Los vehículos que se venderán con la marca Toyota se fabrican en la planta gala de Sevelnord, pero solo si, como reclama PSA, los sindicatos realizan más concesiones para garantizar esa producción y alejar así el fantasma del cierre de una segunda planta en territorio francés. En caso de no llegar a un acuerdo para reestructurar los costes de la planta de Sevelnord, la fabricación de los vehículos industriales que se entregarán a Toyota podría ser transferida a la planta que PSA tiene en Vigo, según fuentes sindicales citadas por Reuters.

"Al unir fuerzas con PSA Peugeot Citroën hemos encontrado una buena solución para nuestros leales clientes, a raíz de la reciente suspensión de producción de nuestro modelo Hiace", apunta Didier Leroy, presidente y consejero Delegado de Toyota Motor Europe. "Este acuerdo pone en marcha el desarrollo de una nueva generación de vehículos ligeros de tamaño medio comercial que ofrece a ambas compañías un producto competitivo para el mercado europeo", subraya, por su parte, Jean-Christophe Quémard, vicepresidente de Programas de PSA Peugeot Citroën.