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Trabajo inconcluso de Macron en Renault anuncia venta de activos

Reuters

Bloomberg

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El compromiso no cumplido es solo un ejemplo de posible desinversión que Macron podría considerar, en tanto hereda el segundo mayor déficit presupuestario de la Unión Europea, busca fondos para renovar la golpeada industria nuclear de Francia y evalúa alianzas para algunas empresas en las que el gobierno tiene participaciones. Macron, un ex banquero de inversión, recientemente dejó la puerta abierta para recortar la participación del 23% del gobierno en la compañía telefónica Orange SA, mientras que traza líneas rojas que limitan sus opciones.

Las ventas de activos serían un nuevo paso en la tendencia francesa de largo plazo de recortar lentamente sus tenencias de acciones. La nación es inusual entre los grandes países de Europa Occidental porque tiene una amplia cartera de participaciones en empresas que cotizan en bolsa, además de compañías de capital cerrado como las navieras militares Dcns y el operador de loterías Française des Jeux.

"Prevemos que se retirará en ciertos casos, especialmente para dejar las participaciones que no son estratégicas para el gobierno y recuperar algo de liquidez de esa manera", dijo Anne d’Anselme, administradora de fondos de Cogefi Gestion en París. "Esos son los tipos de consideraciones que llevó a cabo en el pasado" siendo banquero de inversión.

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Macron, que asumió su cargo el domingo, venderá en un mercado en alza -el índice de referencia CAC-40 alcanzó un máximo de nueve años este mes- en medio de un creciente interés de los inversionistas internacionales en las acciones de empresas europeas. Una portavoz del presidente declinó hacer comentarios sobre posibles ventas de activos.

Además de su propio conjunto de criterios sobre el papel del Estado como accionista, las opciones del nuevo presidente están limitadas por la legislación que obliga al Estado a mantener al menos el 70% de Électricité de France SA, el 50% del operador de aeropuertos Paris Groupe ADP y un tercio de la empresa energética Engie SA. Sin embargo, una ley que otorga el derecho de voto doble a los accionistas de largo plazo da cierta libertad al gobierno, lo que le permitió, por ejemplo, vender una participación en Engie este año.

Si bien Macron quiere mantener activos estratégicos bajo la influencia del gobierno, apunta a reducir sus participaciones en algunas compañías a alrededor del 18%, lo que permitiría al Estado mantener una posible minoría con poder de bloqueo durante las reuniones de accionistas gracias al doble derecho de voto, según un alto ejecutivo de una empresa en la que Francia tiene una participación. El ejecutivo pidió no ser identificado porque el asunto es confidencial.

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