Transporte aéreo de carga, autos y agro, lo que menos crece según la OMC
martes, 21 de mayo de 2019
El Indicador de Perspectivas del Comercio Mundial de la OMC para el segundo trimestre de 2019 se encuentra en sus números más bajos desde 2010
Nicolás Mayorga Patarroyo
Todo parece indicar que la proyección hecha por la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre un bajo crecimiento comercial a nivel mundial (2,6%) para 2019 se reafirmará, tras conocerse los resultados del más reciente informe del Indicador de las Perspectivas del Comercio Mundial (WTOI) para el segundo trimestre del año en curso.
Este índice está diseñado para proporcionar información “en tiempo real” sobre la trayectoria del comercio mundial en relación con las tendencias recientes.
Para el consolidado del comportamiento comercial internacional de abril, mayo y junio, la OMC lo ha valorado en 96,3 sobre un valor de referencia de 100. Esta calificación, que fue la misma para el primer trimestre de 2019, refleja que no habrá un buen crecimiento en las operaciones económicas a nivel global y advierte sobre un alarmante contexto, pues no se registraba un índice tan bajo, desde 2010.
Este panorama, según la OMC, se debe a las tensiones comerciales que enfrentan principalmente a Estados Unidos y China. “Las perspectivas para el comercio podrían empeorar si no se resuelven las tensiones comerciales o si la política macroeconómica no se ajusta a las circunstancias cambiantes”, sostiene el informe de la OMC.
Los sectores económicos que tuvieron los peores índices y que más influyeron para situar el WTOI por debajo de los valores positivos fueron: Materias primas agrícolas (92,4); Transporte aéreo internacional de carga (92,3); y Producción y venta de automóviles (92,2). Estos son los que han tenido los desempeños más bajos en el transcurso del año y que han tenido el peor comportamiento interanual con corte a marzo, ya que decrecieron 7,3%, 12,4% y 10,6%, respectivamente.
Estos tres sectores no son los únicos con un desarrollo negativo durante este trimestre, ya que el tráfico portuario de contenedores también decreció interanualmente 0,5%, aunque es el único que se ubicó por encima del valor de referencia, con un puntaje de 101. Por su parte, los componentes electrónicos redujeron su desempeño 6,7% y los contratos de exportación bajaron 4,4%, durante el mismo periodo.
Frente a este contexto económico, el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, aseguró que “teniendo en cuenta que las tensiones comerciales van en aumento, nadie debería sorprenderse de estas perspectivas. El comercio no puede desempeñar plenamente su función de impulsor del crecimiento ante niveles tan elevados de incertidumbre”.
Azevêdo también señaló que la situación económica mundial, por ahora, se seguirá desarrollando de la misma forma, ya que la persistencia de la incertidumbre seguirá motivando una disminución de la inversión y una contracción de las cifras comerciales.
Sobre la perspectiva de la OMC, la decana de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas, Catherine Pereira, recalcó que el comportamiento económico obedece principalmente a la guerra arancelaria entre Estados Unidos y el país asiático. “El factor primordial en este contexto económico es que China responde por el 30% en el crecimiento comercial del mundo”, afirmó Pereira.
La principal afectación que ha generado esta tensión ha sido el incremento de la incertidumbre comercial a nivel mundial y esta amenaza a a industrias específicas, como las analizadas en el índice.
“En general, cuando uno tiene un comercio internacional amplio y dinámico, genera un intercambio de bienes, aumento de consumo y crecimiento de economías. Por eso, las tensiones golpean industrias específicas. Por un lado, influye de manera directa en menor demanda de esos sectores que antes compraban. El menor crecimiento de cada uno de esos sectores impacta en el crecimiento general del comercio internacional”, expresó Carlos Sepúlveda, decano de la facultad de Economía de la Universidad del Rosario.
Esta guerra arancelaria internacional impacta directamente en la confianza de los inversores, a quienes se les siembra un marcado sentimiento de incertidumbre económica, que los pone más nerviosos con relación al desempeño de su capital y por eso se comportan más conservadores a la hora de invertir, generando un declive en las transacciones internacionales, según lo explicó Sepúlveda.
Debido a esto se ha evidenciado que países como Colombia, Brasil y Chile se hayan visto afectados con la reducción del número de inversión extranjera directa (IED) que, según el Instituto de Finanzas Internacionales, se encuentran en sus niveles más bajos de los últimos 20 años. Economías como las de estos países son las principales afectadas, pues son mercados emergentes, que dependen de cómo se comporte el mercado internacional.
Sin embargo, en medio de este complejo panorama internacional que termina afectando a desde la OMC consideran que para el próximo año la situación podría cambiar siempre y cuando se solucionen algunas de las problemáticas internacionales.
“Hay posibilidades de que en el próximo año se produzca una leve mejoría en el comercio, pero depende en gran medida de que durante el año se alivien las tensiones comerciales: ese es el elemento fundamental”, añadió Roberto Azevêdo.