Gobierno de Venezuela instalará constituyente y profundiza división del país

La violencia fue el común denominador de las jornadas electorales de la Asamblea Constituyente. Hacia las 4:30 p.m (hora local), la Mesa de Unidad Democrática reportó 14 muertes, y el Ministerio Público informó de siete policías heridos debido a una explosión y dos menores que fallecieron durante las manifestaciones.

La asistencia a las urnas fue baja según informaban medios locales, personas por redes sociales y la oposición. De hecho, a las 3:00 p.m., la diputada Delsa Solórzano aseguró que la participación era de solo 9% del registro electoral, es decir 1,8 millones de votantes. Con esto se evidenciaría que más de 90% de los ciudadanos optó por la abstención. Al cierre del conteo, fuentes de CNE habrían señalado a miembros de varios partidos que la participación fue de 2.483.073 venezolanos; es decir, 12,4% del censo electoral.

Según el portavoz de la MUD, Julio Borges, el gobierno venezolano está perdido sin el respaldo del pueblo ni de la comunidad internacional, pues aparte de Perú, Colombia, Panamá y Estados Unidos, Argentina aseguró que “no reconocerá” los resultados de las elecciones. Asimismo, aseguró que “el 16 de julio, con cinco veces menos el número de centros de votación, votaron 7,5 millones de venezolanos. A esta hora (3:00 p.m.) con todo el despliegue del gobierno, la plata, el chantaje, la corrupción, han sido 1,5 millones de personas”.

No obstante, cerca de las 11:00 p.m. el presidente Nicolás Maduro, ofreció un discurso en el que señaló que las elecciones habían sido masivas, lo que representaba un triunfo para "Chavez. La victoria es de nosotros", dijo, mientras señalaba que no le importaba el rechazo internacional de varios países que el domingo fueron uniendo voces desconociendo las elecciones de esta constituyente.

Así, el Gobierno socialista instalará en las próximas horas la asamblea constituyente, que reescribirá la carta magna, aumentando la división del país.

La oleada de enfrentamientos durante las elecciones que se celebraron ayer para escoger a los 545 representantes a la Asamblea Nacional Constituyente profundiza entonces la división en Venezuela, y el riesgo más grande está en una de las amenazas de la oposición de conformar un gobierno paralelo.

La Asamblea Nacional ya había dado el primer paso semanas atrás cuando escogió a 33 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, al considerar que los actuales, unidos al oficialismo, habían sido escogidos de manera ilegal cuando el parlamento era controlado por el chavismo. El mismo Tribunal anuló cualquier elección y las personas nombradas empezaron a ser encarceladas por ir en contra de las normas.

Previamente, y tras el plebiscito del 16 de julio, cuyos resultados no fueron reconocidos por el presidente Nicolás Maduro, la oposición había advertido que uno de los pasos a seguir era desconocer al gobierno.

“Lo que haga la Constituyente no va a ser aceptado por la población y van a continuar actos de rebeldía en su contra. Incluso, las constituciones no resuelven los problemas de la gente de forma directa. Lo hacen las políticas públicas”, consideró Juan Manuel Raffalli, abogado constitucionalista de la Universidad Católica Andrés Bello.

Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, agregó que otro riesgo es que la comunidad internacional se divida y empiece a reconocer a uno u otro gobierno.

Esto último se empezó a evidenciar ayer, cuando el presidente de Bolivia, Evo Morales criticó la postura del bloque regional, de las empresas que como Avianca han dejado de operar en el país elevando el costo de vida y de cualquier crítica que señala una pérdida de la democracia en el país vecino.

Al finalizar la jornada, el dato oficial entregado por el CNE reportaba una votación de 8 millones de personas, es decir, 41,53% del censo electoral y casi 30 puntos por encima de los datos que tiene la oposición.