Tras su detención, Nissan destituye a Carlos Ghosn como presidente de la compañía
jueves, 22 de noviembre de 2018
Nissan explica que el cese de Ghosn responde a las irregularidades halladas en una investigación interna
Expansión - Madrid
El consejo de administración de Nissan ha aprobado este jueves la destitución de Carlos Ghosn como presidente de la compañía. El directivo, arrestado desde el lunes por dejar de declarar ingresos por 38 millones de euros, pierde así una de sus responsabilidades clave en la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
Los consejeros de Nissan también han acordado la retirada del cargo de consejero a Greg Kelly, representante junto a Ghosn de Renault en la empresa japonesa y uno de los valedores en el país del hasta hoy presidente de la corporación. Kelly se encuentra detenido al igual que Ghosn, en un arresto que durará al menos nueve días más.
La decisión del consejo de Nissan difiere de la adoptada el martes por el de Renault, que nombró de forma provisional dos sustitutos para suplir las funciones de Ghosn como presidente y consejero delegado. La corporación japonesa marca así distancias con respecto a su socio europeo, donde se ha impuesto la idea de esperar a conocer en detalle las acusaciones contra el directivo.
En una nota remitida a la Bolsa de Tokio, Nissan explica que el cese de Ghosn responde a las irregularidades halladas en una investigación interna, entre ellas la de notificar durante varios años en el informe anual de la empresa una retribución inferior a la real y la de gastar dinero de la empresa en gastos personales recurriendo a "falsos pretextos".
El artífice de la unión entre Renault-Nissan-Mitsubishi acumula los cargos de presidente de la alianza, presidente y consejero delegado de Renault, presidente de Mitsubishi y, hasta hoy, presidente de Nissan.
Los siete consejeros de Nissan presentes en la reunión han votado en secreto. Según Bloomberg, Renault se ha empleado a fondo en las últimas horas para evitar la destitución de Ghosn y adoptar una resolución parecida a la acordada el lunes en el consejo de la corporación francesa.
Sin embargo, el control del consejo de administración está ahora en manos del consejero delegado, Hiroto Saikawa, que tiene tres vocales afines. Es una mayoría suficiente para un órgano de nueve miembros en el que hay tres independientes y en el que estarán ausentes los dos representantes de Renault: Ghosn y Kelly.
La caída en desgracia de Ghosn ha abierto la caja de los truenos en la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Nissan quiere ganar peso frente a Renault y, para ello, aprovechará el vacío de poder provocado por la detención del directivo franco-brasileño, según Financial Times. La corporación japonesa intentará elevar su influencia en una Alianza a la que aporta más recursos, pero en la que se encuentra relegada. Su socio controla el conglomerado en virtud de su mayor peso accionarial.
Los socios japoneses quieren reequilibrar el juego de poder en la Alianza.Renault tiene un 43% de Nissan, que cuenta a su vez con un 15% de Renault. Es la misma proporción de la que dispone el Estado francés, con la diferencia de que la corporación japonesa no puede ejercer derechos de voto. Nissan tiene a su vez un 34% de Mitsubishi.
El reparto de fuerzas en la Alianza no se corresponde con el rendimiento en el negocio de los socios. Renault ganó 5.210 millones de euros el año pasado, pero de ellos 2.791 millones procedieron de la consolidación de las cuentas de Nissan.
De los 10 millones de vehículos que salen de los lineales de la entente, cerca de siete millones proceden de Nissan y Mitsubishi. Y las ventas de Nissan son un 60% superiores a las de su socio francés.
Renault controla la Alianza hasta el punto de disponer de capacidad para designar a sus directivos clave. Nadie cuestionaba esta medida en 1999, cuando Renault rescató a Nissan de la quiebra, pero ahora las tornas han cambiado. Una de las decisiones que el grupo japonés puede forzar es la venta de una participación en Nissan por parte de Renault, según Reuters.
Ghosn no sólo es uno de los artífices de la alianza, sino también un firme defensor de buscar nuevas fórmulas de integración entre los socios. En el momento de su detención, se encontraba en Japón negociando una posible fusión entre Renault y Nissan. Es su proyecto estrella desde hace meses, en el que trabajaba pese a las dificultades para convencer a los Gobiernos de Francia y de Japón.
Los planes de fusión han quedado ahora suspendidos de forma abrupta, en una muestra del alto grado de personalismo del proyecto. Ghosn fue detenido a primera hora de la tarde del lunes en cuanto llegó al aeropuerto de Haneda para reunirse con el gobernador de Tokio. Allí le esperaban los fiscales y, según Financial Times, los periodistas del diario Asahi.
Aparte de la posible fusión, otro de los asuntos que más preocupaban en las últimas semanas al presidente de la Alianza era la caída de los márgenes de Nissan en su negocio en Estados Unidos y la ralentización de su actividad en China.
Saikawa, cuestionado en el pasado por posibles casos de manipulación de emisiones de vehículos, ha fortalecido los vínculos de Nissan con el Gobierno japonés, en un intento de elevar su autonomía frente al control francés.
Esta posición choca de forma frontal con los planes de Ghosn, que quiere elevar de 5.000 millones en 2016 a 10.000 millones en 2022 los ahorros de costes obtenidos a través de la mayor integración entre las empresas.