Trump se refugió en el búnker de la Casa Blanca por los disturbios en Washington
lunes, 1 de junio de 2020
El New York Times indicó que el presidente fue llevado al búnker en la noche del viernes mientras los manifestantes forcejeaban
Expansión - Madrid
El Servicio Secreto, encargado de la seguridad del presidente de EEUU, protegió en el búnker subterráneo de la Casa Blanca a Donald Trump el pasado viernes debido a las protestas que tenían lugar afuera, informaron hoy medios locales.
El New York Times indicó que el presidente fue llevado al búnker en la noche del viernes mientras los manifestantes forcejeaban con los agentes del Servicio Secreto para retirar las barreras metálicas instaladas frente a la verja que rodea la residencia presidencial.
Según CNN, Trump estuvo en el búnker cerca de una hora antes de regresar al sector de la Casa Blanca que le sirve de residencia, mientras en el exterior los manifestantes tiraban piedras y mantenían escaramuzas con los agentes.
Ninguno de los dos medios aclaró si la primera dama, Melania Trump, y su hijo Barron tambiénn fueron llevados al búnker.
El presidente criticó a Washington, D.C., la alcaldesa Muriel Bowser (demócrata) en un tweet el domingo por la mañana después de la protesta, acusándola de no permitir que la policía de DC ayude a los agentes del Servicio Secreto.
Se da la circunstancia de que después de esos incidentes, Trump alabó en su cuenta de Twitter el, "gran trabajo" del Servicio Secreto de la noche anterior frente a revoltosos "totalmente profesionales".
"Estaba adentro (de la Casa Blanca), observaba cada movimiento y no podría haberme sentido más seguro", agregó.
Trump también criticó duramente a la alcaldesa de la capital, Murien Browser, de quien dijo que "no permitió que la policía de D.C. se involucrara (en el control de las protestas). 'No es su trabajo'. ¡Bien!", escribió el gobernante en su tuit.
"Mientras él se esconde detrás de su cerca con miedo/solo, yo estoy con las personas que ejercen pacíficamente su Primera Enmienda (el derecho a la libertad de expresión) justo después del asesinato de #GeorgeFloyd y cientos de años de racismo institucional",, le respondió la alcaldesa.
Disturbios
La violencia racial prosiguió este domingo en las principales capitales de EE.UU. mientras el presidente Donald Trump culpó de los disturbios a la extrema izquierda, que personificó en el movimiento Antifa.
Las protestas, que suelen comenzar con un ambiente pacífico, derivan luego en incidentes con las fuerzas de seguridad, pese a la declaración del toque de queda en al menos cuarenta ciudades del país y la activación de la Guardia Nacional en quince estados y en la ciudad de Washington, la capital.
El motivo de las protestas que afectan a decenas de ciudades de todo el país es la muerte del afroamericano George Floyd en Mineápolis después de que un policía blanco lo inmovilizase, ya esposado, con la rodilla en el cuello durante varios minutos, pese a sus ruegos de que no podía respirar.
Una de las más virulentas de la noche han sido las que han tenido lugar en Washington, que comenzaron frente a la Casa Blanca, donde los manifestantes prendieron hogueras, que derivaron luego en incendios y enfrentamientos con la policía en zonas aledañas.
El Departamento de Bomberos del Distrito de Columbia informó en su cuenta de Twitter sobre incendios en el sótano de la Iglesia Episcopal St. John's, así como en una instalación ubicada en el Lafayette Square (la plaza situada frente a la casa presidencial) y en la sede de AFL-CIO, la mayor plataforma de sindicatos del país.
Y como ha ocurrido en otras ciudades en los últimos días, después de un ataque contra un coche patrulla en la calle 14, la policía lanzó pelotas de goma y cargó contra los presentes, incluidos varios periodistas, entre ellos un camarógrafo de EFE/EPA.
Se da la circunstancia de que el sábado, Trump se refirió a esos disturbios en un tuit y las atribuyó a alborotadores "totalmente profesionales", como suele aludir a los miembros de la Antifa.
"Los Estados Unidos de América designarán a ANTIFA como una organización terrorista", tuiteó este domingo Trump cuando miles de personas se preparaban ya para protestar de nuevo por la muerte del afroamericano Floyd el pasado lunes en Mineápolis (Minesota) cuando estaba siendo detenido por la policía.
También el fiscal general, William Barr, aseguró en una declaración que ordenará a la Fuerza de Tareas Conjunta del FBI que identifique a los "grupos radicales y agitadores externos" que aprovechan estas protestas para "perseguir su propia agenda".
"La violencia instigada y llevada a cabo por la Antifa y por otros grupos similares en relación con los disturbios es terrorismo doméstico y será tratada en consecuencia", advirtió Barr.
El movimiento antifascista estadounidense, conocido como ANTIFA, es un pequeño pero ruidoso grupo radical que, tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, se ha hecho cada vez más activo, sobre todo para contrarrestar las manifestaciones de los supremacistas blancos.
La legisladora demócrata Alexandria Ocasio-Cortez se preguntó por qué el FBI no trata a los supremacistas blancos, grupos que son simpatizantes de Trump, también como grupos de terrorismo interno.
También la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) criticó el anuncio de Trump y dijo que "no tiene la autoridad legal para designar un grupo como (terrorista) interno".
El Gobierno de Estados Unidos tiene una lista de organizaciones internacionales y países a los que considera como terroristas, pero no existe un estatuto de terrorismo interno.
En Los Ángeles, ciudad que adelantó el toque de queda para evitar incidentes, al tiempo que tenían lugar marchas en protesta por la muerte de Floyd, había grupos organizados que se trasladaban en coche iniciando saqueos tras romper cristales de negocios.
Según pudo constatar Efe, las actuaciones violentas sucedieron al tiempo que en calles cercanas cientos de manifestantes protestaban pacíficamente, con minutos de silencio en honor Floyd.
En el caso de Los Ángeles, la tensa situación recuerda a los violentos disturbios que en 1992 se saldaron con más de 50 muertos y 2.000 heridos, tras otro sonado caso de brutalidad policial contra un ciudadano afroamericano.
Y en Mineápolis, donde se originaron estas protestas, las fuerzas de seguridad arrestaron este domingo a unos 150 manifestantes que desafiaron el toque de queda, en la primera noche sin violencia desde que estalló la revuelta racial.
A diferencia del sábado, cuando policías y militares utilizaron la fuerza para dispersar las protestas, la estrategia de este domingo fue rodear por completo al grupo, que al verse sin salida posible simplemente claudicaron.