Turquía sube salario mínimo en 30%, lo que abre las posibilidades de recorte de tasas
martes, 24 de diciembre de 2024
El salario mínimo mensual se ha elevado de US$627 a US$627 para 2025, según anunció el martes el ministro de Trabajo de ese país
Bloomberg
Turquía aumentó el salario mínimo en 30% para 2025, lo que supone un alivio para los inversores que buscan medidas concretas para dar marcha atrás a las políticas populistas y comprometerse a frenar una de las tasas de inflación más altas del mundo.
El salario mínimo mensual se ha elevado de 17.002 liras (US$627) a 22.104 liras (US$627) para 2025, según anunció el martes el ministro de Trabajo, Vedat Isikhan. El aumento está en línea con las expectativas del mercado.Más de un tercio de la fuerza laboral recibe el salario mínimo, que también sirve como referencia para otros salarios.
Los inversores habían advertido que cualquier aumento por encima de 30% podría descarrilar las proyecciones de inflación establecidas por el banco central y complicar el momento de un posible primer recorte de las tasas de interés desde febrero de 2023. El salario mínimo se considera uno de los determinantes clave de la política económica turca.
“Dado que el salario se ajusta con respecto a la inflación esperada para 2025, le facilitará la vida al banco central”, dijo Selva Demiralp, profesora de la Universidad Koc de Estambul. “Las probabilidades de un recorte de tasas son incluso mayores ahora”.
Decisión sobre tarifas
Las autoridades monetarias prevén que el crecimiento de los precios se desacelere al 21% a finales del próximo año, frente 47,1% actual. El Comité de Política Monetaria del banco central anunciará su decisión sobre los tipos de interés el jueves, y la mayoría de los economistas encuestados por Bloomberg prevén un recorte desde 50%.
El presidente Recep Tayyip Erdogan, que tiene la última palabra en esta decisión políticamente cargada, ha aumentado drásticamente los salarios en el pasado para ganarse el favor de los votantes que luchan contra una de las peores crisis del costo de vida en décadas. Eso ha impulsado la demanda interna, lo que hace que sea más difícil para el banco central controlar los precios.
Desde su reelección en mayo del año pasado, Erdogan instaló un nuevo equipo pro mercado para revertir el daño causado por la aplicación de políticas poco ortodoxas, incluidas las tasas de interés ultrabajas. El equipo, que incluye al ministro de Finanzas Mehmet Simsek y al gobernador del banco central Fatih Karahan,aumentó rápidamente los costos de endeudamiento 50% y se ganó los elogios de los inversores extranjeros.
Aun así, a los funcionarios les ha resultado difícil convencer a las empresas y los hogares locales de que controlarán los precios y restablecerán el bienestar.