Twitter acepta oferta de compra de Musk y operación sería de US$44.000 millones

Luego de que Elon Musk reviviera su oferta de compra de Twitter Inc. al precio original de US$54,20 por acción, dando marcha atrás en su esfuerzo por abandonar el trato y evitando potencialmente una pelea judicial contenciosa, la red social decidió aceptar el ofrecimiento y llevó a que las acciones repuntaran más de 22% hasta US$52.

Las acciones de Twitter subieron hasta 22% tras la noticia y desde entonces se detuvo la negociación. El hombre más rico del planeta y los representantes de la red social, con sede en San Francisco. La compañía confirmó la información y dijo que la oferta sería aceptada, como se pensó inicialmente.

Para Twitter, continuar con los términos originales de Musk augura un futuro bajo un multimillonario voluble que ha pasado meses criticando públicamente su gestión, cuestionando su valor y cambiando de opinión. También significa que sus afirmaciones controvertidas, que Twitter estaba mintiendo sobre el porcentaje de usuarios que eran bots, probablemente no serán analizadas en un tribunal.

El empresario había estado tratando durante meses de rescindir su contrato para adquirir la compañía, el cual había sido firmado en abril. El multimillonario comenzó a mostrar signos de remordimiento poco después de que se anunciara el acuerdo, alegando que esta sociedad lo había engañado sobre el tamaño de su base de usuarios y la prevalencia de cuentas automatizadas conocidas como bots.

Este renunció formalmente al acuerdo en julio y Twitter lo demandó en el Tribunal de la Cancillería de Delaware para obligarlo a seguir adelante con la compra. El juicio sigue programado para comenzar el 17 de octubre, suceso en el que la jueza pidió a ambas partes que volvieran a ella con una propuesta sobre cómo puede proceder el caso ahora.

Las opciones incluyen que Twitter busque desestimar el caso o que ella continúe reteniendo la jurisdicción hasta que se cierre el trato, dijo una persona familiarizada con el asunto.

En la carta, los abogados del también dueño de Tesla escribieron que el multimillonario y sus partidarios “tienen la intención de proceder al cierre de la transacción contemplada en el acuerdo de fusión del 25 de abril de 2022 en los términos y sujeto a las condiciones establecidas en el mismo y pendiente de recibir los ingresos del financiamiento de la deuda”.

En el período previo al enfrentamiento planeado en Delaware, los abogados de ambas partes se han disparado cañonazos de citaciones con el fin de obtener testimonios y pruebas. El lado de Musk necesitaba demostrar que Twitter violó los términos del acuerdo, y este a su vez alegó que el demandado usó el problema de los bots como pretexto para retractarse de un trato que ya no consideraba económicamente sólido.

El equipo legal de Musk tenía la sensación de que el caso no iba bien, ya que la jueza Kathaleen St. J. McCormick se puso repetidamente del lado de Twitter en los fallos previos al juicio. Incluso, con la aparición tardía de un denunciante en la sociedad que alegaba que los ejecutivos no se comunicaban sobre cuestiones de seguridad y bots, existía la preocupación de que el lado del empresario no pudiera probar un efecto material adverso dentro del estándar legal requerido para salir del contrato.

Muchos empleados estaban sentados planeando presentaciones para 2023 cuando las noticias comenzaron a circular por primera vez. Los presentadores no reconocieron la noticia, que el personal vio difundirse en su propia red social. Muchos empleados se han opuesto a la idea de trabajar para Musk, de quien se han burlado y criticado abiertamente en los canales internos de Slack desde que se firmó el acuerdo.

Los socios de Twitter votaron el 13 de septiembre para aceptar la oferta de compra. La compañía dijo en ese momento que 98,6% de los votos emitidos estaban a favor del acuerdo. Musk poseía casi 10% de Twitter, más de 73 millones de acciones, cuando acordó adquirir la empresa.