Transporte

Lime, el Uber de los monopatines eléctricos, prepara su llegada a Chile

Bloomberg

Diferentes ciudades han aprobado ordenanzas para regular el uso de estos aparatos. En Chile no están prohibidos, pero autoridad estudiará cómo se incorporarán a realidad local

Diario Financiero - Santiago

Con bombos y platillos anunciaron que buscaban aumentar sus operaciones a nivel mundial. Con presencia en más de 70 ciudades en el mundo, la mayor parte de ellas en Estados Unidos y Europa, la empresa Lime no ha demorado en llevar a cabo su plan de expansión. Y ahora es el turno de Chile. La compañía de arriendo de monopatines eléctricos alista su arribo del país, lo que ya alertó a las autoridades de gobierno.

Diferentes ciudades a nivel mundial han aprobado o están elaborando ordenanzas para regular de forma específica el uso de estos aparatos. En Chile no están prohibidos, pero la autoridad está monitoreando su uso.

El mercado del transporte en Chile, al igual que muchas capitales del mundo, tuvo una explosión con la llegada de Uber y plataformas similares. Eso en cuanto a automóviles, porque luego llegaron las bicicletas compartidas de la mano de Mobike.

En todo el mundo las autoridades han debido realizar malabarismo para encajar todas las piezas y tener una sana convivencia entre buses, automóviles, motos, peatones, ciclistas y ahora los monopatines eléctricos. Santiago, donde primero debutaría Lime, no será la excepción.

“Esto es un tema de discusión en todas partes del mundo. El gobierno debiera monitorear el impacto que tendrán los distintos modos de transporte en el espacio público. Pero claramente el uso de los monopatines eléctricos es una actividad que va a tener que ser regulada”, sostiene Genaro Cuadros, director del Laboratorio Ciudad y Territorio de la UDP.

Desde el gobierno recogen el guante. “Es una tendencia en ciudades como Nueva York, Washington, entre otras, y estamos analizando y estudiando cómo se va incorporando a nuestra realidad”, dice Lorena Araya, jefa de la división de normas y Operaciones del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.

Añade que la ley de convivencia de modos, recientemente publicada, incorporó una serie de conceptos como ciclos y vehículos no motorizados, dentro de los cuales debe analizarse si estos modos de transporte se encuentran contenidos.

“En principio, los monopatines eléctricos con baja potencia, pesos reducidos y velocidades máximas que no superen los 25km/hr, se asemejan bastante a los ciclos y por tanto deberían comportarse como ellos. Así, dependiendo de ese análisis y de si su uso comienza a masificarse, será necesario analizar el marco regulatorio vigente y, en su caso, efectuar las precisiones que se requieran con el objetivo de velar por la convivencia vial”, anuncia Lorena Araya.

Desde el MTT sostienen que si bien son casos muy diferentes, ya que en el de los scooters no se pediría permiso de circulación, recuerdan que hace un tiempo, frente al auge de los triciclos motorizados o toritos como se les llama informalmente, la Ley de Convivencia Vial (en ese momento un proyecto) contempló un marco regulatorio y que en la actualidad exige permisos de circulación (si superan un cilindraje o potencia de watts), licencia de conducir Clase C restringida y medidas de seguridad como el uso del casco.

Auge y…
Fundada en 2017 en Florida, la tecnológica estadounidense Lime está valorada en más de US$ 1.000 millones. Constituida con capital de Alphabet, la propietaria de Google, y Uber, la startup logró recaudar en julio US$ 335 millones en una nueva ronda de financiamiento, recursos que se destinarán a su plan de expansión mundial.

En los diferentes países en donde ha recalado, su estrategia es similar: a través de avisos en redes sociales busca a las personas que se encargarán de llevar adelante el negocio.

Actualmente, la firma está reclutando en el país trabajadores conocidos como “Lime Juicer”, que bajo un modelo autónomo, serán los encargados de recoger los scooters con sus vehículos, para cargar las baterías y luego ponerlos nuevamente en servicio.

El modelo es similar a Mobike: se podrá dejar el monopatín en cualquier parte, ya que cuenta con un GPS que permite detectar su ubicación exacta.

El problema es que esta fórmula ha sido restringida en varias ciudades del mundo, debido al negativo impacto que se genera por la acumulación de este tipo de aparatos en las veredas.

Por ejemplo, en Barcelona, España, se limitó la circulación de estos en las zonas más turísticas. La ciudad Condal prohibió su utilización en las veredas y restringió su uso en vía pública a menores de 16 años.

Frente a esto, otras empresas de scooters, como la alemana Wings, han buscado acuerdos con determinados negocios (bares, parkings y similares) para recargar y depositar sus monopatines eléctricos, una alternativa que se ha replicado en varias ciudades del mundo.

TEMAS


Transporte - Chile - Estados Unidos - Europa - Lime - Alemania