Estados Unidos

Uber se prepara para reconocer unión del Reino Unido y mantener modelo de trabajador

Bloomberg

El gigante de los viajes compartidos está listo para llegar a un acuerdo que permitirá a los 70.000 conductores de Uber en el país organizarse

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Uber Technologies Inc. planea reconocer formalmente un sindicato en el Reino Unido que otorgará a los conductores mayores poderes para negociar colectivamente y, al mismo tiempo, preservará el modelo de trabajador de la compañía.

El gigante de los viajes compartidos está listo para llegar a un acuerdo que permitirá a los 70.000 conductores de Uber en el país organizarse y negociar colectivamente bajo el grupo laboral GMB, según personas familiarizadas con las discusiones. El acuerdo, que podría anunciarse tan pronto como el miércoles, permitirá a los conductores conservar la capacidad de elegir dónde y cuándo trabajar, dijeron las personas, que solicitaron no ser identificadas porque el acuerdo no está finalizado.

Es una medida que sigue a una reorganización en el mercado europeo más grande de Uber después de que un fallo histórico de la Corte Suprema del Reino Unido en febrero obligara a la compañía a reconocer a un grupo de conductores como trabajadores, lo que les da derecho a un salario mínimo, pago de vacaciones y otros beneficios. La decisión desató una serie de afirmaciones similares y, en última instancia, Uber dijo que ampliaría la clasificación a todos sus conductores en el país. La compañía reportó US$600 millones en gastos relacionados con el fallo en sus resultados financieros a principios de este mes.

El sindicato GMB tiene más de 620.000 miembros, que representan a conductores, repartidores, empleados del gobierno y otros, y estuvo entre los grupos laborales que apoyaron el caso judicial del Reino Unido.

Un representante de Uber se negó a comentar. Un representante de GMB no respondió a una solicitud de comentarios.

Los conductores que jugaron un papel decisivo en el fallo de la Corte Suprema, que se organizaron bajo otro grupo laboral llamado App Drivers & Couriers Union, dijeron que no estaban preparados para entrar en un acuerdo similar con la empresa de transporte, aunque dieron la bienvenida a "un comercio más cercano compromiso sindical con la dirección de Uber ".

"Nos preocupa el comportamiento divisivo y antisindical de Uber en los Estados Unidos , más recientemente en California y el estado de Nueva York, donde Uber ha utilizado la apariencia de acuerdos de negociación colectiva contundentes para debilitar el poder de los trabajadores en lugar de lo contrario". dijo la Adcu en un comunicado en su sitio web. "Nos preocupan las motivaciones de Uber en este lado del Atlántico, no solo en el Reino Unido sino en toda Europa".

Uber ha firmado acuerdos similares con grupos laborales en varios países, con el objetivo de contener las quejas cada vez más influyentes sobre cómo se trata a los conductores y, al mismo tiempo, preservar una piedra angular del modelo comercial de la compañía: la afirmación de que los conductores no son empleados con derecho a protecciones completas en el lugar de trabajo.

En Nueva York, Uber trabajó con la Asociación Internacional de Maquinistas para lanzar un grupo llamado Independent Drivers Guild en 2016. Financiado por la compañía y afiliado al sindicato, el grupo laboral podría abogar por cambios como salarios más altos, pero no desafiaría la clasificación de los conductores como contratistas independientes.

Uber también ha estado en conversaciones con grupos laborales en Nueva York sobre el desarrollo de una ley estatal que crearía una forma de negociación colectiva para los trabajadores de conciertos sin convertirlos en empleados, y un borrador de la legislación comenzó a circular la semana pasada.

En su estado natal de California, Uber y otras compañías de plataformas intentaron, sin éxito, llegar a un acuerdo con los sindicatos que los eximiera de la nueva regla estatal que exige derechos laborales para algunos trabajadores. Después de que esas conversaciones fracasaron, las empresas obtuvieron una exención a través de una campaña de medida electoral de US$200 millones.

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