Un grupo de accionistas minoristas de Sabadell puede decidir sobre la OPA de Bbva
miércoles, 17 de julio de 2024
El grueso del número de particulares lo forman personas o empresas que tienen desde una acción hasta 120.000 títulos en su cartera.
Expansión - Madrid
Un número reducido de accionistas minoristas de Banco Sabadell tiene la llave para inclinar en uno u otro sentido la oferta de compra que ha lanzado Bbva sobre la entidad y que está pendiente de recibir las autorizaciones necesarias del Banco Central Europeo, BCE, la Cnmv, la Cnmc y, en su caso, de las condiciones que pueda imponer el Gobierno. Se trata de accionistas que tienen más de 120.000 acciones en su cartera, pero que no son fondos de inversión.
El accionariado de Sabadell está repartido entre particulares e institucionales en una proporción de 48,02% para los primeros y de 51,98% para los segundos. 33,76% del capital está en manos de accionistas que tienen hasta 120.000 acciones.
Bbva ha condicionado la aceptación de la opa que ha lanzado a conseguir al menos el 50,01% del capital de Sabadell. Considera que puede atraer a la mayoría de los fondos de inversión presentes en el capital de Sabadell porque entiende que la oferta puede resultarles interesante al diversificar geográficamente el riesgo, ya que Bbva tiene una proyección internacional mayor que Sabadell.
Mientras, el consejo de Sabadell ha establecido su principal línea de defensa en apelar a los accionistas minoristas, de los que un porcentaje muy relevante son además clientes de la entidad, y considera, por tanto, que su vinculación con el banco puede ser un factor favorable a sus tesis.
El grueso del número de particulares lo forman personas o empresas que tienen desde una acción hasta 120.000 títulos en su cartera. Con la cotización actual, esas 120.000 acciones valen más de 225.000 euros, un patrimonio que empieza a ser relevante habida cuenta, además, de que a medida que este aumenta no está concentrado en una única inversión.
O, dicho del revés, para llegar a tener acciones de una sola compañía por ese importe es prácticamente seguro que el patrimonio total de esa persona física o jurídica será muy superior y, por tanto, que esos inversores o bien tienen formación financiera y económica importante o cuentan con asesoramiento profesional.
En definitiva, que más que inversores minoristas deben considerarse más cerca de los institucionales o al menos en la mitad de ambos.
Los datos proporcionados por Sabadell, correspondientes al final del año pasado, señalan que el número de accionistas que se encuentran comprendidos entre esos tramos de acciones cuyo límite superior son 120.000 acciones se acercan a los 210.000, de un total de 213.560 accionistas que el banco tenía censados en diciembre pasado. El capital que tienen entre todos ellos asciende, según la misma fuente, a 33,76% del total.
Ello significa que el resto de inversores considerados minoristas por la entidad controlan 14,26% del capital y que se encuentran en los dos tramos que van desde 120.001 acciones a 1,2 millones.
Estos dos tramos, integrados por 2.580 accionistas, eran en diciembre pasado titulares de 12,7% del capital, 1,5% restante del capital de accionistas minoristas que estima Sabadell estará concentrado, sobre todo, en el tramo de quienes tienen entre 1,2 y 15 millones de acciones. Entre estos últimos se encuentra, por ejemplo, el presidente de Sabadell, Josep Oliu, quien declara tener 0,147% del capital del banco, equivalente a casi ocho millones de acciones.
Son estas menos de 2.600 personas las que, con su decisión cuando se apruebe la opa y se abra el periodo de suscripción, pueden inclinar en uno u otro sentido el desarrollo de la oferta. Y es posible que a las vinculaciones más o menos sentimentales que puedan tener unan, a la hora de decidir, consideraciones de otro tipo más ligadas a la rentabilidad de la decisión.
Reuniones
Posiblemente por esta relevancia es por la que los responsables de Sabadell vienen celebrando reuniones con grupos de estos accionistas para explicarles su punto de vista sobre la operación.
En este sentido, es cierto que la prima ofrecida por Bbva se ha ido acortando tanto por la subida de la cotización de Sabadell (provocada tanto por la oferta en sí como por la revalorización general del sector) como por la caída de la de Bbva, en la que los resultados electorales de México y la devaluación del peso afectaron negativamente.
Pero también que el precio de la acción de Sabadell no ha llegado al ofrecido inicialmente por Bbva, lo que tanto podría significar que el mercado no acaba de creerse que la oferta vaya a salir adelante como que se estime que el precio ofrecido está por encima del valor real de Sabadell.
La evolución de las cotizaciones en los próximos meses, a medida que se vaya clarificando el proceso de autorizaciones pendientes, permitirá despejar estas incógnitas.