Una casa del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, fue atacada por Hezbolá

Drones lanzados desde el Líbano atacaron la casa del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una ciudad costera al norte de Tel Aviv, mientras Hezbollah desataba un bombardeo de proyectiles inusualmente intenso contra su vecino del sur.

Ni Netanyahu ni su esposa, Sara, estuvieron presentes en la residencia y no hubo víctimas, según un comunicado de la oficina de Netanyahu publicado el sábado. Las fotos compartidas en las redes sociales mostraban barricadas y una fuerte presencia de seguridad en una carretera arbolada que conduce a la residencia en la ciudad de Cesarea.

Las Fuerzas de Defensa de Israel informaron de que se lanzaron tres drones hacia la zona de Cesarea y sus alrededores, y añadieron que dos de ellos fueron interceptados, mientras que el tercero alcanzó una estructura de la zona sin causar víctimas. Las FDI afirmaron que los drones que llegaron a Cesarea formaban parte de unos 180 proyectiles disparados desde el Líbano hacia la Galilea central y superior, que incluye la ciudad costera de Haifa. Al menos una persona murió y varias más resultaron heridas.

El lanzamiento masivo de cohetes y drones desde el Líbano ocurrió dos días después de que Israel anunciara el asesinato del líder de Hamás, Yahya Sinwar, el cerebro del ataque del 7 de octubre contra Israel el año pasado. En el año transcurrido desde entonces, Israel ha estado involucrado en un conflicto en múltiples frentes con Hamás y Hezobolá, los grupos militantes respaldados por Irán que Estados Unidos y otros países designan como organizaciones terroristas.

Ninguna organización se atribuyó la responsabilidad del ataque a la casa de Netanyahu, pero el grupo militante libanés Hezbolá emitió un comunicado diciendo que lanzó un "importante ataque con cohetes" en la zona de la bahía que se extiende entre las ciudades de Acre y Haifa, en el norte de Israel, conocida como Krayot.

Dijo que llevó a cabo el ataque “para defender al Líbano y a su pueblo y vengar las repetidas agresiones del enemigo israelí contra las aldeas del sur” del Líbano.

Tras los ataques del sábado, los medios de comunicación israelíes publicaron un vídeo de Netanyahu diciendo: “Seguimos nuestra batalla contra los otros agentes terroristas de Irán, vamos a ganar esta guerra”.

Cuando se le preguntó si el último ataque lo disuadiría, respondió "no".

Las FDI dijeron que "algunos de los proyectiles fueron interceptados y se identificaron proyectiles caídos en el área". El servicio médico de emergencia nacional de Israel dijo que un automovilista de 50 años murió después de ser alcanzado por metralla de la explosión de un cohete, y agregó que trató al menos ocho heridos.

El ataque ocurrió un sábado durante una festividad judía conocida como Sucot y ocurrió aproximadamente un mes después de que Israel lanzó una importante ofensiva contra Hezbolá dentro del Líbano, eliminando casi por completo a su liderazgo principal, incluido el jefe del grupo, Hassan Nasrallah, y lanzando una importante campaña terrestre.

La ofensiva israelí ha provocado la destrucción de grandes franjas del sur del Líbano, la muerte de cientos de personas y el desplazamiento de más de un millón de personas. Desde el 8 de octubre de 2023, varios israelíes han muerto y decenas de miles han sido desplazados por los ataques de Hezbolá.

Mientras tanto, el número de muertos en Gaza ha superado los 42.500, según las autoridades de Hamás. Más de 50 personas murieron en menos de 24 horas tras los ataques israelíes en el enclave, informó el sábado Associated Press.

Los últimos ataques ocurren mientras el mundo se prepara para un ataque israelí contra Irán, después de que Teherán disparara más de 200 misiles balísticos contra Israel a principios de este mes para vengar el asesinato de Nasrallah y del ex líder de Hamas, Ismail Haniyeh.

Los analistas militares dicen que sin el fuerte apoyo de Irán, el significativamente debilitado Hezbolá no habría podido llevar a cabo el ataque del sábado, incluido el ataque a la casa de Netanyahu.

Los drones no solo son de fabricación iraní, sino que la vigilancia satelital de Teherán ha permitido a Hezbolá lanzarlos más profundamente en Israel, dijo Riad Kahwaji, quien dirige el Instituto de Análisis Militar del Cercano Oriente y el Golfo, con sede en los Emiratos Árabes Unidos.

“Hezbolá ha mejorado a la hora de elegir los planes de vuelo para violar las defensas israelíes”, dijo, señalando el ataque con aviones no tripulados contra una base militar al sur de Haifa la semana pasada que mató a cuatro soldados israelíes.

Kahwaji dijo que el último ataque fue un intento de “elevar la moral” y demostrar que Hezbolá puede llegar a cualquier lugar de Israel.

“Esto no cambiará los hechos sobre el terreno, ya que Hezbolá sigue bajo una feroz ofensiva de las fuerzas israelíes”, añadió.