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Una dividida Turquía acude a las urnas con temores sobre seguridad y economía

Reuters

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Los comicios son los segundos que vive el país en cinco meses, después de que el Partido AK, fundado por Erdogan, perdiera en junio el Gobierno de mayoría que había disfrutado desde que llegó por primera vez al poder en 2002.

Desde entonces, el país ha visto cómo fracasó un alto al fuego con extremistas kurdos, un empeoramiento de la guerra en la vecina Siria y dos ataques suicidas en su territorio vinculados a Estado Islámico, que han matando a más de 130 personas.

Inversores y aliados occidentales esperan que la votación genere más estabilidad y mejore la confianza en la economía, permitiendo a Ankara tener un papel más fuerte en detener el flujo de refugiados que llegan a Europa y ayudar en la lucha contra Estado Islámico.

Los votantes en Estambul estaban muy divididos en sus opiniones y se debatían entre un regreso a un Gobierno de un solo partido o una posible coalición.

"El Partido AK dice que un partido único traerá estabilidad, pero no hemos visto mucho de esto los últimos años", dijo Gulcan, una enfermera de 22 años. "Necesitamos un sistema de separación de poderes y una gran coalición posiblemente nos dará esto".

Pero Kahraman Tunc, de 51 años, dijo que "las coaliciones no son buenas para Turquía. Tiene que haber un régimen de partido único para la estabilidad".

Las elecciones se vieron provocadas por la incapacidad del Partido AK de encontrar un socio de coalición tras los resultados de junio. Los críticos de Erdogan dicen que supone una apuesta para recuperar suficiente apoyo para que su formación pueda finalmente cambiar la Constitución y darle mayores poderes presidenciales.

Muchas encuestas sugieren que, si bien ha aumentado el apoyo hacia a la formación de centroderecha y raíces islámicas, no parece que el resultado vaya a ser radicalmente diferente al de junio, cuando el AK obtuvo un 40,9 por ciento de los votos.