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Venezuela, el mercado que mina las cifras de Colgate, McDonald’s, Coca-Cola y Bbva

Cynthia de Benito

Los causantes del desastre son las tres tasas de cambio que coexisten en el país: Sicad, Cecoex (antes Cadivi) y Sicad 2. Además de establecer tasas de cambio distintas sin criterios específicos, en el caso de Cadivi debe liquidarse una deuda por tasa, aun pendiente.

“Pasado un año aún no se ha pagado, y además Nicolás Maduro dice que solo reconoce 30% de la deuda, lo demás está en el limbo contable para las empresas”, explica Víctor Maldonado, presidente de la Cámara de Comercio de Caracas.

El problema, como explica un empresario venezolano que prefiere preservar su identidad, es que las tres tasas de cambio hacen que sea muy difícil calcular los costos.

“Las multinacionales registraban sus ventas a tasa de cambio oficial, que es irreal porque está supremamente subsidiada”, afirma. La consecuencia fueron balances sobredimensionados, pues la tasa oficial tenía una diferencia de 1.000% con la tasa paralela, según datos de Ecoanalítica.

El golpe fue entonces inevitable cuando hubo que transformar la actividad de a dólares, puesto que la devaluación del bolívar, en la primera semana del Sicad 2, llegó a ser de 88% con respecto a Cadivi y de 77% si se compara con Sicad.

“Los inventarios están subvaluados, y además, si no puedes sacar tus utilidades en dólares, es imposible operar, sencillamente no es rentable”, indica este empresario anónimo.

Pero, con este panorama, ¿merece la pena quedarse en Venezuela? Carlos Rodríguez, experto en empresas, tiene claro que sí.

“Si se retiran no saben cuándo podrán volver y cuánto les costará hacerlo, y es gran mercado para las multinacionales”, asegura este experto, que destaca que el conflicto no es que haya pérdidas, sino que no se equilibren con otras ganancias internacionales.

“Las multinacionales diversifican riesgos entre países, pero en una condiciones de estabilidad”, apunta Rodríguez.

Las aerolíneas esperan el pago de US$3.900 millones
Los expertos consultados no se sorprenden de que tres aerolíneas figuren entre los principales damnificados. Iata, asociación que representa a 200 compañías, dijo en marzo que si el Gobierno no cancelaba la deuda que mantiene, de US$3.900 millones, varias aerolíneas podrían dejar de operar. El conflicto se inició porque el precio de los tiquetes que se vendían estaban inflados por las diferencias entre las tasas. Aunque se intuía el problema no había margen de acción. 

Las Opiniones

Víctor Maldonado
Presidente de la Cámara de Comercio de Caracas
“Puede haber una fuga de multinacionales. No hay divisas y el ambiente es nefasto, los rankings internacionales lo demuestran”.

Carlos Rodríguez
Especialista en empresas
“En estos momentos no hay confianza del inversionista en Venezuela. Estas compañías efectivamente entraron con una tasa que reventó”.