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WeWork disminuye su operación en Argentina y abandona dos edificios y entrega 20 pisos

Bloomberg
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La compañía además entregó 20 pisos de los 30 que ocupaba en la Torre Odeón, sobre la avenida Corrientes en pleno microcentro

Diario Financiero - Santiago

El gigante de espacios de coworking WeWork disminuye su operación en Buenos Aires. La empresa informó que dio por terminado los contratos de alquiler en la torre Bellini, en el barrio porteño de Retiro, y en el edificio de Blas Parera 51, en Florida. Además, entregó 20 pisos de los 30 que ocupaba en la Torre Odeón, sobre la avenida Corrientes en pleno microcentro.

Fuentes de la compañía aseguraron a El Cronista que la decisión de achicarse no está relacionada con la caída de actividad ocasionada por la cuarentena. Sin embargo, reconocieron que el covid-19 introdujo cuestionamientos sobre la viabilidad en el largo plazo de algunos negocios, y que "el modelo de espacios flexibles no es ajeno a estos interrogantes".

"Este proceso de revisión es un procedimiento estándar en la industria de real estate y no compromete nuestro negocio en Buenos Aires. WeWork está evaluando constantemente sus operaciones y activos a nivel mundial, como parte del plan de la compañía para enfocarse en un crecimiento estratégico y rentable, y optimizar su cartera global, buscando siempre proporcionar la mejor calidad de servicio a sus miembros", explicaron desde WeWork al medio.

La compañía no planea reemplazar los metros que devolverá e indicó que ahora concentrará su operación en cuatro edificios. Así, seguirá operando 10 pisos de la torre Odeón y otros tres pisos en la torre IBM, en Catalinas Norte, ambas dentro de la ciudad. En la zona norte del Gran Buenos Aires permanecerá en los edificios de Libertador 1000, en Vicente López, y Blas Parera 3551, en Olivos.

En abril del año pasado, con un mercado completamente diferente, la compañía todavía tenía un agresivo plan de expansión. Ya estaba decidido que la marca llegaría al barrio de Palermo y, de hecho, el proyecto ya tenía nombre y dirección: Arguibel 2860, en el barrio de Las Cañitas. El objetivo era conseguir nuevas locaciones para abrir más espacios porque creían que el país tenía mucho potencial para el segmento de coworking.

"No tuvo mucho sentido la velocidad con la que WeWork tomó metros cuadrados de oficinas en la Argentina. Fue una expansión muy agresiva", dicen fuentes del mercado de real estate corporativo y agregaron que la empresa está reajustando el portfolio "con el objetivo de prepararse para lo que viene".

En Argentina la compañía tiene cerca de 4.000 clientes, entre empresas, emprendedores y profesionales independientes. El 74% de la ocupación corresponde a firmas multinacionales.

"Enfocaremos nuestros esfuerzos operativos en nuestras otras cuatro ubicaciones en Buenos Aires. Los miembros de estos edificios han sido informados de esa decisión y seguimos comprometidos a servir a nuestra comunidad en toda la Argentina", indicó la empresa.

La Torre Bellini, en Esmeralda al 900, fue el primer edificio operado por WeWork en América del Sur. Tenía espacio para 2.304 puestos en 24 pisos, 9.500 m2 de superficie y había sido inaugurado en mayo de 2017.

En tanto, en el edificio de Blas Parera 51, situado en el nodo de General Paz y Panamericana, ocupaba desde el año pasado 10.500 m2. En la torre Odeón, por último, liberará 11.000 m2. Este edificio había sido inaugurado a fines del año pasado como la sede más grande de América latina. Ahí la compañía tenía previsto albergar más de 4.000 escritorios.

"En Bellini no, pero en los otros dos edificios estaban pagando un alquiler caro, sobre todo si se tiene en cuenta la categoría que tienen. Ahora va a ser difícil volver a ocuparlos, menos con esos precios", señaló una fuente que conoce de cerca la negociación con los dueños de las propiedades.

En el sector de real estate indicaron que, con la entrada de esta cantidad de metros cuadrados, habrá una presión a la baja de los precios, en un mercado que prácticamente no está absorbiendo metros. Sin embargo, creen que no afectará seriamente en los niveles de vacancia.

"Hay mucha incertidumbre y eso paraliza a todos. Nadie toma decisiones. Por un lado no se sabe cuándo se va a volver a trabajar en las oficinas. Por el otro, venimos de dos años de recesión a los que se suma el desplome de este año. Así que tampoco sabemos si cuando se termine la cuarentena, se va activar el mercado", concluyen.

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