Xi y Putin alaban beneficios de una alternativa al orden mundial liderado por EE.UU.

Xi Jinping describió su emblemática Iniciativa del Cinturón y la Ruta como una alternativa radical al orden mundial liderado por Estados Unidos, una visión para la cooperación económica mundial respaldada en persona por el presidente ruso Vladimir Putin.

En un discurso pronunciado el miércoles en Pekín para conmemorar el décimo aniversario del impulso chino a las infraestructuras mundiales, Xi criticó las sanciones unilaterales, la rivalidad geopolítica y la política de bloques. Aunque no identificó a ningún país, sus comentarios hacían clara referencia a la política de Estados Unidos hacia China en los últimos años, que Washington ha caracterizado como de desarme, pero que Pekín ve como un esfuerzo por frustrar su creciente poder.

"Como dice el refrán, cuando das rosas a otros, la fragancia permanece en tu mano", dijo Xi. "En otras palabras, ayudar a los demás es también ayudarse a uno mismo. Ver el desarrollo de los demás como una amenaza o tomar la interdependencia económica como un riesgo no mejorará la propia vida ni acelerará el propio desarrollo."

Hablando directamente después de Xi, Putin elogió la iniciativa por estar en sintonía con el objetivo de Rusia de un mundo con infraestructuras interconectadas en el que pueda garantizarse plenamente la libertad de comercio, inversión y trabajo.

"Rusia y China, como la mayoría de los países del mundo, comparten la aspiración de una cooperación igualitaria y mutuamente beneficiosa para lograr un progreso económico y un bienestar social universales, sostenibles y a largo plazo, respetando la diversidad de la civilización y el derecho de cada Estado a su propio modelo de desarrollo", dijo el presidente ruso.

"La idea china de la Franja y la Ruta encaja lógicamente en los esfuerzos multilaterales para fortalecer la interacción creativa y constructiva", añadió.

Los comentarios en la ceremonia de inauguración del foro "Cinturón y Ruta" supusieron un impulso más positivo por parte de China y Rusia para atraer a las economías emergentes del llamado Sur Global, que se extiende ampliamente por Sudamérica, África y el Sudeste Asiático. Estados Unidos y sus aliados también están cortejando a estos países para que respalden un orden basado en normas que les permita alinearse en cuestiones como el apoyo a los esfuerzos de Ucrania para resistir la invasión de Putin.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta se ha convertido en un punto álgido entre China y Occidente, con Italia -el único miembro del Grupo de los Siete que firmó un acuerdo formal de cooperación con Pekín- señalando su intención de retirarse a finales de año. Sin embargo, Xi sigue considerando que el programa es atractivo para las naciones del mundo en desarrollo que pueden utilizar el dinero chino y no ven la necesidad de adoptar una postura en cuestiones como los derechos humanos y la soberanía territorial.

"China y el propio Xi Jinping están tratando de crear una situación diversificada para explorar oportunidades más allá de los países occidentales", dijo Dongshu Liu, profesor asistente especializado en política china en la Universidad de la Ciudad de Hong Kong. "Como el BRI es un foro más económico, puede resultar atractivo para muchos países. El foro es eficaz para conseguir que otros países vengan y participen en algo que China quiere impulsar."

Se trata de un raro viaje al extranjero para Putin después de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de detención contra él en marzo por presuntos crímenes de guerra en Ucrania. Su visita es una muestra de apoyo a la Franja y la Ruta, y subraya los estrechos vínculos de Moscú con Pekín, que Washington y Bruselas contemplan con cautela.

Pekín ha proporcionado apoyo diplomático y económico a Rusia desde que Putin ordenó la invasión de 2022, ayudando a mitigar los efectos de las sanciones occidentales sobre Moscú. Putin visitó China por última vez con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero de ese año, pocas semanas antes de invadir Ucrania. En aquella reunión, los dos líderes acordaron una amistad "sin límites" y firmaron una serie de acuerdos de suministro energético a largo plazo.

Xi promocionó la Franja y la Ruta como una solución beneficiosa para China y los países participantes. Más de 150 países y más de 30 organizaciones internacionales han firmado documentos de cooperación, dijo. Pekín inyectará 80.000 millones de yuanes (US$10.000 millones) en el Fondo de la Ruta de la Seda, mientras que el Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportaciones e Importaciones de China crearán cada uno un instrumento de financiación de 350.000 millones de yuanes.

En un libro blanco publicado a principios de este mes, Pekín presentaba la iniciativa como una alternativa al modelo económico mundial imperante, "dominado por unos pocos países", y se posicionaba como paladín del mundo en desarrollo.

Sin embargo, han acudido menos líderes extranjeros en comparación con las dos cumbres anteriores, celebradas en 2017 y 2019, lo que demuestra que el interés por la iniciativa ha decaído. Entre los asistentes se encuentran el presidente indonesio, Joko Widodo, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, el primer ministro egipcio, Mostafa Madbouly, el presidente keniano, William Ruto, y el presidente chileno, Gabriel Boric.

Xi y Putin mantuvieron conversaciones al margen del foro. El líder chino dijo que la confianza política mutua entre los dos países sigue profundizándose y que el volumen del comercio bilateral ha alcanzado un récord, informó el medio estatal Cctv.

"En los 10 años transcurridos desde 2013, el señor presidente y yo nos hemos reunido 42 veces y hemos establecido una buena relación de trabajo y una profunda amistad", dijo Xi. China está dispuesta a trabajar con Rusia para "salvaguardar la equidad y la justicia internacionales, y contribuir al desarrollo común del mundo."

Su reunión se produce en un momento de agitación en Oriente Próximo tras el ataque de Hamás a Israel este mes, que ha provocado ataques aéreos israelíes en Gaza y expectativas de una invasión terrestre. China y Rusia han evitado condenar a Hamás, al que Europa y Estados Unidos han calificado de grupo terrorista. Xi y Putin intercambiaron opiniones sobre el conflicto el miércoles, según informaron los medios estatales, pero no dieron más detalles.