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Zelaya desconoce resultado de elecciones en Honduras y pide recuento

Reuters

El ex mandatario de Honduras, Manuel Zelaya, denunció el lunes fraude en elecciones presidenciales en las que según resultados parciales su esposa fue superada por el candidato oficialista Juan Orlando Hernández, generando dudas sobre la estabilidad política en la empobrecida y violenta nación centroamericana.

Zelaya, derrocado por los militares en el 2009, dijo que el izquierdista Partido Libre no reconocía un conteo oficial que daba a Hernández un 34,19% de los votos, frente a un 28,83% de su esposa Xiomara Castro, cuando se habían computado un 58% de las actas.

El partido asegura que hay cerca de 450.000 votos con inconsistencias que están siendo verificados y que le darían la victoria a Castro. El jefe del Tribunal Supremo Electoral, David Matamoros, reconoció que estaban revisando esos sufragios y urgió a los centros de votación a acelerar el envío de actas.

"No aceptamos esos resultados falsos, no estamos dispuestos a aceptarlos (...) Mientras no se demuestre lo contrario, tenemos el triunfo en las manos", dijo Zelaya en una conferencia de prensa con cientos de sus seguidores donde extrañamente no estaba presente la candidata presidencial.

Unos 500 seguidores de Castro y Zelaya, jefe del partido Libre, marcharon al hotel donde el tribunal instaló el centro de cómputos. Policías antimotines con escudos y cascos siguieron a los manifestantes. La seguridad fue reforzada en la casa presidencial, que está cerca del hotel.

Aunque el tribunal todavía no lo ha declarado ganador, Hernández dijo que ya recibió felicitaciones de los presidentes de Colombia, Guatemala y Panamá. El presidente nicaragüense, el izquierdista Daniel Ortega, también lo llamó para felicitarlo.

"El triunfo no se negocia con nadie, el resultado es el que el pueblo hondureño decidió en las urnas", respondió Hernández a sus adversarios en una conferencia de prensa en Tegucigalpa.

Las denuncias de fraude electoral podrían agregar inestabilidad política en un país polarizado tras el golpe de Estado contra Zelaya y convertido por el narcotráfico en uno de los países más violentos del mundo.
Otro candidato de oposición, Salvador Nasralla, del Partido Anticorrupción ubicado cuarto en los resultados oficiales, denunció inconsistencias en el proceso electoral y tampoco reconoció la ventaja de Hernández.

Observadores dicen todo normal
Pero observadores de la Unión Europea y la embajadora de Estados Unidos, Lisa Kubiske, dijeron que el proceso electoral había sido transparente y que transcurrió sin irregularidades.
"En el conteo de las mesas vimos un escrutinio que se hizo con regularidad", dijo Kubiske a periodistas.

Hernández, un influyente político que comanda el Congreso, basó su campaña en la propuesta de sacar más soldados a las calles para combatir la rampante violencia que ha llevado a Honduras a ser el país con la mayor tasa de homicidios del mundo.

Sus partidarios dicen que es un líder pragmático. Sus críticos lo acusan de ser autoritario.

Una victoria de Hernández implicaría la continuidad de las políticas del saliente gobierno de su amigo Porfirio Lobo, también del Partido Nacional, quien el lunes felicitó a Hernández por cadena nacional de radio y televisión.

Castro, en cambio, propone un giro a la izquierda. Su esposo Zelaya fue derrocado con el beneplácito de buena parte de la clase política y empresarial hondureña, que lo acusaban de querer perpetuarse en el poder influenciado por el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Honduras es el país más pobre de América después de Haití.