Los avances en primer tramo del proyecto túnel del Toyo en Antioquia alcanzan 6%
viernes, 25 de mayo de 2018
El túnel de Oriente tiene más de 80% de ejecución y proyecta el inicio de su operación a final de 2018.
Andrés Octavio Cardona
La construcción y adecuación de túneles en Antioquia que incluyen obras como el Toyo; el de Oriente -estos dos que estarán entre los tres más extensos de Colombia junto con el de La Línea- en las autopistas Mar 1 y 2; Pacífico 1 y 2 y el túnel de La Quiebra en la Concesión Vinus sumarán 74,6 kilómetros de extensión en pro de aumentar la conectividad del departamento con las diferentes regiones del país.
En este sentido, el túnel del Toyo, que inició construcción en enero de este año, se proyecta como una de las obras más prometedoras para la necesaria conectividad entre Medellín y Urabá. A su vez, será el túnel más largo de Colombia con 9,8 kilómetros y posibilitará la conexión entre estas dos zonas de la región en cuatro horas y media de distancia en promedio.
Sus trabajos ya presentan un avance de 6% y contemplan en la totalidad del proyecto dos tramos, los cuales tendrán una extensión total de 37,6 kilómetros de vías; uno que va de Cañasgordas a Giraldo y otro de Giraldo a Santa Fe de Antioquia.
La inversión en esta obra es de $1,83 billones, divididos en aportes de $780.000 millones de la Gobernación de Antioquia; $530.000 millones del Gobierno Nacional a través de la ANI e Invías y $520.000 millones que dispone la Alcaldía de Medellín.
Sobre los beneficios del Toyo, Gilberto Quintero, secretario de Infraestructura Física del departamento, indicó que además de la reducción en el tiempo de recorrido entre la capital antioqueña y el territorio urabaense, la obra es clave “para la salida y entrada de insumos o materias primas, pues ya no será necesario desplazarse hasta los puertos en Barranquilla y Cartagena, que implican un recorrido cercano a las 24 horas”.
Además, la vía optimizará la movilización desde el occidente al centro del país, al integrarse con los otros proyectos que se desarrollan actualmente como las Autopistas para la Prosperidad que conectará con los tramos Mar 1 y Mar 2.
De esta manera, Urabá se proyecta como uno de los territorios de mayor potencial exportador a futuro por su cercanía con las plataformas marítimas en el Caribe y el Pacífico y que se maximizará con la materialización de tres puertos en la región en los municipios de Turbo y Necoclí.
En este sentido, uno de los sectores que ve mayores beneficios con la construcción del túnel más largo de Colombia es uno de los más tradicionales en Urabá, el agrícola representado en los productores de banano, que en cabeza de la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura) y su presidente Juan Camilo Restrepo ha expresado que “el túnel del Toyo será fundamental para la región y el país porque se conectará con Puerto Antioquia”.
Por su parte, Rodrigo Soto, gerente del Consorcio Antioquia al Mar, que opera como contratista de la obra, destacó que en la construcción que tiene un periodo estimado de seis años, “nos encontramos ejecutando los emportalamientos (bocas de ingreso y salida) y avanzando en la excavación del túnel 18, cumpliendo el cronograma establecido. Con el inicio de la construcción se empieza a ver el desarrollo de la región a través de la generación de empleo. Actualmente contamos con cerca de 450 puestos directos, la gran mayoría de personas residentes en Giraldo y Cañasgordas, que son los ubicados en la zona de influencia, esperando llegar a cerca de 900 en el pico de ejecución del proyecto”.
Además de el Toyo, otra de las obras clave para la conectividad en la región y que ya presenta un avance superior a 80%, con previsiones de entrar en operación a final de 2018, es la próxima tercera conexión de este tipo más larga de Colombia. Se trata del túnel de Oriente que con 8,2 kilómetros de extensión unirá a Medellín y el Valle de Aburrá con el aeropuerto José María Córdova de Rionegro y el Valle de San Nicolás en 18 minutos, cuando el actual recorrido entre estas zonas se realiza en 45 aproximadamente.
La obra contempla en su totalidad la construcción de 22,3 kilómetros en tres túneles, nueve viaductos, dos intercambios viales y vías de acceso, con una inversión de $1 billón.
“Este es uno de los proyectos que hace mucho estaba en espera la región, pues estratégicamente es clave conectar a Medellín con su principal terminal aérea en un menor tiempo de traslado como ocurre en otras grandes ciudades del mundo”, explicó Martín Valencia, experto en infraestructura de la Universidad de Antioquia.
Además de la ejecución de los grandes túneles, otra de las labores en materia de infraestrucutura vial que avanza a buen ritmo en el departamento es la adecuación de las redes viales secundarias y terciarias.
En este sentido, desde 2016, se ha adelantado la pavimentación de vías secundarias en 231,2 kilómetros entre ejecutados, en ejecución y en proceso de contratación, con una inversión de $276.029 millones. En vías terciarias, por su parte, se llevan 915,6 kilómetros de accesos intervenidos entre pavimentados, contratados y en proceso por un valor de $738.320 millones.
Vías terciarias y secundarias son clave en conexión
Con visión hacia 2019, las autoridades de Antioquia prevén como fundamental continuar con la pavimentación de la red vial terciaria, lo cual permitirá llevar el desarrollo al campo para que los campesinos puedan comercializar con más facilidad sus productos y mejorar su calidad de vida. A su vez, la pavimentación de las vías secundarias facilitará la conexión con las grandes troncales y la articulación vial. Proyectos como el Ferrocarril de Antioquia y el crecimiento del mismo hacia Urabá también son una tarea pendiente por materializar.