El río Magdalena y sus 30 meses de calvario
viernes, 24 de febrero de 2017
Juan Pablo Vega B.
Sin embargo, los recientes percances financieros y jurídicos que han rodeado al consorcio Navelena, vuelven a dejar empantanada esta obra, que ya completa 30 meses sin avances, aunque el Ministerio de Transporte anticipó que la nueva licitación estará lista para cuando sea necesaria.
Los trabajos de Navelena, del que Odebrecht posee 87% (el resto es de Valorcon) debieron comenzar en junio pasado, tiempo en el cual se han hecho cuatro intentos de cierres financieros, sin que ninguno haya podido prosperar.
Por este motivo hay un atraso en el cronograma de ocho meses, lo que llevó a Cormagdalena, en cabeza de Luis Fernando Andrade, a comenzar otra vez el proceso de caducidad, ante la inexistencia de una solución financiera, pese a la propuesta de ceder el contrato a PowerChina.
Hoy por hoy, lo único que ha hecho Navelena son trabajos de mantenimiento y dragado del canal navegable de Barrancabermeja hasta Barranquilla, lo que ha ayudado a que este enero se haya duplicado el transporte de carga frente al mismo mes del año pasado, según las cifras se movilizaron 230.246 toneladas.
Para el abogado César Lorduy, lo mejor que podría pasar en este momento “es que Navelena entre en un proceso de negociación con el Estado, que se termine el contrato y comenzar un nuevo proceso”.
Lorduy cree que “esta decisión se debió tomar mucho tiempo atrás, pero no se dio porque el Gobierno tenía la intención de salvar el contrato”.
Los inicios del proyecto
Para hablar de la historia del actual proyecto hay que remontarse al Gobierno de Álvaro Uribe, el cual comenzó los estudios e incluso, anunció el proyecto Yuma, en 2002, con el que anticipaba un costo de US$1.200 millones en obras que se prolongarían por 16 años.
En la era Santos se firmó el contrato de la APP 001, en septiembre de 2014, con el actual concesionario. El Gobierno calculó que al entregar esta obra habrían más de 900 kilómetros de río navegables, dando la posibilidad a que se transportaran convoyes de 7.200 toneladas, “equivalentes a la capacidad de 240 tractomulas una tras otra”, con inversiones cercanas a los $2,5 billones.
A partir de ese momento comenzó el calvario del Magdalena. Durante 2015, Navelena realizó aportes al fideicomiso por $87.000 millones. Este mismo año fueron validados los estudios del consorcio, aunque en marzo de 2016, la entidad pidió información para que le permitiera asegurar el cierre financiero.
En ese momento se dio una prórroga hasta mayo, plazo en el cual Navelena no logró acreditar el cierre y anunció ceder la participación de Odebrecht, hecho por el cual no se pudo comenzar el cronograma en el primer semestre. Entre junio y agosto del año pasado se comenzó el primer proceso de multa y caducidad el contrato.
Pero, en septiembre, el consorcio pidió un nuevo plazo para poder demostrar la disponibilidad de los recursos. Incluso se presentó una carta en la que se anunció a Goldman Sachs sería la entidad bancaria que respaldaría los trabajos que debía cumplir Navelena.
En noviembre no se cumplió con lo pactado y le fue dado un nuevo plazo, que llegó hasta diciembre, para buscar un banco que apoyara a Navelena.
Ese mes, ante Cormagdalena, el consorcio cumplió con la acreditación del cierre financiero del proyecto de recuperación de la navegabilidad del Río Magdalena.
Fue el banco japonés Sumitomo Mitsui Banking Corporate, el segundo más importante de Japón, el que garantizó los recursos para el proyecto fluvial a través de una carta de crédito de US$250 millones.
Y aunque en ese momento parecieron solucionados los problemas del río y se anunciaron trabajos intensivos para adelantar el tiempo perdido, las investigaciones y el escándalo sobre los sobornos de la firma Odebrecht en Colombia, hicieron que Sumitomo se apartara del proyecto, en enero de este año, con lo que esta semana comenzó nuevamente el proceso de caducidad, con la intención de Cormagdalena de contratar directamente el dragado, mientras sale la licitación y no perder tiempo. Así, lo que viene aún es incierto.
Lo que viene estas semanas para la navegabilidad
El 8 de marzo se hará la audiencia de caducidad del contrato que tiene Navelena. Si de aquí a ese tiempo, el consorcio logra hacer la cesión a PowerChina, se suspendería el proceso, siempre y cuando la compañía cumpla con todas las condiciones, dijo el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas. En caso de darse la caducidad, “sacaríamos de inmediato una licitación de obra pública nueva y mientras se adjudica esa concesión, Cormagdalena tiene recursos para garantizar la navegabilidad y el dinero para los dragados”, dijo Rojas.
Las opiniones
Jorge Eduardo Rojas
Ministro de Transporte
“Tenemos los recursos para los dragados necesarios mientras sale la licitación de concesión, y se adjudica de nuevo el proyecto”.
César Lorduy
Presidente de Lorduy Asociados
“Esta situación se ha debido dar con anterioridad, pero no se dio porque el Gobierno tenía el propósito de salvarlo, pero esto no ha sido posible”.