Los avances en la reconstrucción de San Andrés y Providencia tras el paso del huracán

La Contraloría a inicios de junio hizo un llamado a las entidades del Gobierno Nacional responsables, de la construcción y reparación de las casas de la isla de Providencia y Santa Catalina que se perdieron por el huracán Iota.

Lo realizó este mes dado que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) advirtió que desde junio y hasta noviembre se entraría en “temporada de ciclones tropicales en el Mar Caribe y Océano Atlántico” .

Por este suceso climático que va iniciando, las carpas temporales en las que se encuentran la mayoría de los habitantes de Providencia no resistieron las fuertes lluvias que se han presentado esta semana, que obedece a lo que en meteorología se denomina como frente frío que tienen vientos de aproximados 43 kilómetros por hora.

Mientras que huracanes como el Iota tienen una velocidad superior a los 230 kilómetros, que golpearon la isla en noviembre de 2020, y en este sentido si las personas no tienen un hogar que los resguarde, las consecuencias podrán ser aun más devastadoras.

La Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter) que es la entidad a cargo de la ejecución de más de $306.363 millones de recursos, que según la Contraloría es la suma que el Ministerio de Hacienda dispuso a través de la Ungrd, el Instituto Nacional de Vías (Invias), Bancoldex y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo; indicó que “más de 500 familias ya están en sus casas reconstruidas, al igual que se han entregado 700 casas entechadas”.

En su último informe se reportaba 57% de avance en la restauración de las viviendas dañadas, de 910 que se deben construir hay 136 en diferentes fases, por lo que si se terminaran, sería un avance de 15%. Por lo que esto no ha sido suficiente y miles de personas denuncian que están viviendo a la intemperie.

Esta vulnerabilidad, impotencia, e incertidumbre de lo que podría llegar a pasarle a los habitantes si llegan precipitaciones y vientos de mayor magnitud, ha generado el descontento de varias personas, y desde el 23 de julio se iniciaron protestas y bloqueos que se han dado en diferentes áreas de la isla como South West Bay, Lazy Hill, Town y Mountain.

En esta protesta los elementos que se emplean son llantas, tejas y hasta se realizan fogatas que tienen el fin de llamar la atención del Gobierno, el cual desde finales de junio asumió el compromiso de entregar 50 casas de forma mensual, pero hasta el momento no se ha cumplido 100% esa meta.

Por ello, para estar atento al avance de la reconstrucción, también se dio la confirmación de veedurías ciudadanas en diferentes áreas, estas son vivienda, hotelera y turismo, servicios públicos, educación, salud y para la construcción del Aeropuerto El Embrujo.

Esto responde a que aunque la vivienda es lo más vital, muchos otros aspectos que también fueron afectados por el desastre natural requieren igual atención y prontitud de soluciones. Por ello, la Ungrd inició la reconstrucción del hospital, pues la atención médica también está afectada.

Estas obras tienen un precio de $7.000 millones, pero $3.500 millones ya están, ya que fueron donados por China, Corea y del Banco Centroamericano de Integración Económica. Con estos recursos se espera que pueda haber una construcción más acelerada y efectiva para las comunidades.