Redes virtualizadas para el ecosistema de internet
jueves, 1 de octubre de 2015
Carlos Peña
Hagamos una cuenta sencilla. En unos cinco años además del teléfono móvil, una tableta y un computador, cada uno de nosotros seguramente llevará consigo varios sensores que a través de la tecnologia wearable transmitirán millones de datos a centrales de información, nos transportaremos en carrros conectados que quizás no necesiten conductor, no tendremos una oficina fija y llegaremos a un hogar en el que los electrodomésticos se comunicarán entre ellos para hacernos la vida más fácil. Estaremos en un ‘nuevo mundo’ en el que cada persona en promedio usará 10 dispositivos diferentes y en el que habrá 100.000 millones de aparatos conectados, de acuerdo a las predicciones de los Laboratorios Bell.
Un mundo ideal si no fuera porque aún falta precisar quién pagará por todo esto. En un lado están los usuarios, que siempre quieren y querrán más, pero no están dispuestos a pagar mucho más por ello; al otro, los operadores, dispuestos a invertir en nuevas infraestructuras, pero siempre que se asegure un retorno de inversión. Es allí donde escalabilidad, flexibilidad y dinamismo se vuelven sinónimo de futuro.
Y es que son esas características logradas a partir de la virtualización las que permitirán alcanzar un nuevo nivel en la construcción de infraestructuras de red. Infraestructuras que lograrán balancear los costos de adecuación con los servicios que se entregarán.
Será un escenario en el que no importará si son redes ópticas, móviles o IP a las que nos conectemos. Más allá de la tecnología que integren, lo que caracteriza a las redes del futuro, las redes de 2020, es que serán masivamente escalables, dinámicas, compartidas y en gran parte virtualizadas incluyendo el control, las funciones de gestión y los servicios alojados. Serán redes que funcionarán bajo demanda, que estarán enfocadas en los usuarios y que apoyarán a las empresas a redirigir sus estrategias de negocio para llegar a los clientes.
Hablamos de redes definidas por software que facilitarán a los operadores y a las empresas la capacidad de programar su uso para controlar el flujo de tráfico, la inspección y la modificación de las aplicaciones sobre estas conexiones.
Serán plataformas que podrán ser autoconfiguradas según la distribución geográfica o los picos de demanda, optimizando el consumo de cómputo y transporte de las redes. Unas redes en las que la virtualización y el uso común de infraestructura de centros de datos nos llevarán a evolucionar de recursos dedicados a soluciones que reutilizan una infraestructura común, bajo la cual conviven muchas funciones y que se reconfiguran de forma automática de acuerdo a la demanda. Unas redes listas para el futuro.
Serán redes que nos darán vida conectando a los médicos para que nos atiendan remotamente en tiempo real, que permitirán que nuestros hijos interactúen con sus profesores o que se convertirán en conductores de nuestros autos llevándonos a donde necesitemos. Redes que masificarán la telesalud, el teletrabajo, la tele-educación y la videoseguridad… son las redes del ecosistema de internet. Las redes del futuro que empresas como Alcatel-Lucent pensamos y construimos en el presente.