El valor de la confianza en la era digital

Cuando aprendemos a caminar o entramos al jardín o ingresamos a la universidad o nos mudamos a otra ciudad, entre otros momentos de la vida, es normal que aparezcan dudas e incertidumbres que nos llenan de miedos. Entra a jugar la desconfianza y la inseguridad, aspectos que nos impiden estar abiertos a recibir los aprendizajes que nos traen las nuevas experiencias.

Esto es algo tan incorporado en la cultura y está tan presente en la mentalidad de las personas, que más que un obstáculo es un todo un desafío para, por ejemplo, aquellos que le apostamos a la innovación y a la tecnología para transformar de manera positiva la vida de las personas.

Una muestra clara de esto es lo que pasa con en el uso del dinero en efectivo: a pesar de que hay avances en la utilización de medios electrónicos para realizar pagos, los recursos físicos continúan teniendo un protagonismo importante en las compras.

Según el Informe de Tendencias de Medios de Pago 2018, realizado por la consultora Minsait para España, Portugal, México, República Dominicana, Costa Rica, Colombia, Perú, Brasil, Chile y Argentina, nuestro país es el que más arraigo presenta frente al uso del efectivo. Cerca de 93% de las personas bancarizadas e internautas utilizaron este medio de pago durante el último mes, previo a la realización del estudio, mientras que 73% admitió haber usado las alternativas electrónicas.

Aunque en el mismo documento se afirma que los resultados mencionados reflejan una tendencia creciente a la utilización de los canales digitales, todavía hay mucho camino por recorrer para ponernos a la par de los países líderes en el tema.

Acorde índice de seguridad de Unisys 2019, en el que se tuvo en cuenta la percepción de 13.000 personas en 13 países, incluidos 1.000 de Colombia, 90% de los encuestados en el país se mostraron preocupados con que terceros accedan a información de sus tarjetas y 87% tienen serias dudas por el uso indebido de su información personal.

Es muy arriesgado decir que el dinero en efectivo desaparecerá del todo, pues hay temas de inclusión financiera, accesibilidad y poblaciones vulnerables, que hacen difícil afirmar que esta premisa será una realidad. Sin embargo, más allá de esto, la manera cómo pensamos y los paradigmas culturales aún continúan siendo una barrera significativa. Seguimos creyendo que los medios de pagos digitales son inseguros y desconfiamos de las garantías que brindan las plataformas por el desconocimiento que tenemos de las políticas de seguridad de estas.

Hoy en día la realidad es otra, los procesos de compra son cada vez más sencillos y la apuesta de todos los que estamos involucrados en el sector es de promover una cultura de confianza a través de herramientas que con contribuyan a la protección del consumidor.

En el caso de Mercado Libre, contamos con el respaldo de más de 400 tiendas oficiales y la confiabilidad que brinda Mercado Pago a través de sus políticas de privacidad y compra protegida, la cual garantiza que la transacción no se finalice hasta que el comprador reciba el producto y esté satisfecho con la operación.

Todo el ecosistema está pensado para que el consumidor reciba beneficios en ahorros de tiempos y de costos por la cantidad de ofertas que hay periódicamente, no hay que hacer desplazarse a ningún sitio, la experiencia del cliente es cada vez mejor, hay un abanico inmenso de productos y vendedores que poseen una reputación que depende de la calificación y comentarios del cliente, la información de las personas está asegurada, entre otras.

Aquí la confianza es el principio fundamental del comercio electrónico y por eso hago la invitación para que demos uso de estas posibilidades. Vale la pena intentarlo.