¿Exuberancia irracional?
sábado, 20 de febrero de 2021
El sector que ganó durante la pandemia fue el tecnológico. el avance que se dio en la implementación de nuevas tecnologías en el espacio laboral y en los hogares ha mostrado un cambio que llegó para quedarse
Munir Jalil
Economista jefe para la región andina de BTG Pactual
Desde el año pasado vemos cómo se ha venido presentando una disociación entre el comportamiento del precio de los activos (sobre todo renta variable) y los datos macroeconómicos. En particular, ante la peor caída en actividad económica observada en la historia reciente producto de los procesos de cuarentenas generalizados, no se dieron, a parte de una reacción inicial negativa, grandes caídas en los indicadores de las bolsas de valores y, por el contrario, muchos de estos cerraron el año presentando valorizaciones de dos dígitos. El argumento utilizado para justificar este comportamiento estuvo enmarcado en una combinación de una política monetaria y fiscal muy activa con unas expectativas de que la crisis no iba a ser de larga duración y que, por tanto, una vez superada, el crecimiento económico iba a volver y con él la generación de utilidades por parte de las compañías.
Sin lugar a dudas, el sector que definitivamente ganó durante la pandemia fue el tecnológico. El avance que se dio en la implementación de nuevas tecnologías tanto en el espacio laboral (trabajo remoto y video conferencia) como en los hogares (compras online y servicios de video sólo para mencionar algunos) ha mostrado un cambio que llegó para quedarse. Este desarrollo, a su vez, no se habría podido realizar sin la existencia de canales de distribución, con lo cual otro de los sectores que tuvo un auge importante fue el asociado a la logística de distribución en áreas urbanas y rurales. No tenemos el contrafactual, pero tiene mucho sentido decir que, en ausencia de estas opciones, la caída de la actividad económica habría sido mucho más fuerte y los procesos de aislamiento habrían sido mucho menos llevaderos.
Este año arrancó con valorizaciones adicionales en las acciones en general y con un optimismo que no ha disminuido a pesar de que en muchos países se hizo necesario volver a realizar procesos de cuarentenas. Esta situación ha llevado a preguntarse sobre si se está presentando un fenómeno de “exuberancia irracional”, descrito por primera vez en 1996 por Alan Greenspan, -quien en ese momento estaba al frente del Banco de la Reserva Federal-, y que lo describía como una situación en la que los precios suben por comportamientos psicológicos más que porque se dieran razones justificadas desde lo fundamental.
Aunque es probable que en algunos casos muy particulares algunos activos hayan presentado recientemente esta exuberancia irracional (el caso de la acción de la compañía GameStop puede ser un ejemplo de ello), lo cierto es que, en el caso de las acciones de tecnología, el impacto que han tenido y que tendrán a futuro en la generación de PIB, justifica en buena medida que ellas continúen siendo un activo interesante. Y aunque como es siempre normal, se puedan presentar correcciones en los precios de estas en los siguientes meses, lo cierto es que para un inversionista que piense en el mediano y largo plazo, tener en su portafolio exposición a compañías de este sector es algo absolutamente necesario.