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Las born-digital requieren de aliados estratégicos capaces de acompañarlos en su crecimiento desarrollando procesos

Andrés Bernal

Durante los últimos años, especialmente los dos últimos, las compañías a nivel mundial, sin importar el sector, hemos acelerado significativamente los procesos de innovación y transformación digital. En este marco, el segmento de las nuevas economías o las también llamadas compañías born-digital o nativas digitales ha sido uno de los de mayor crecimiento. Se trata de compañías surgidas a mediados de los 90, y cuyo modelo operativo se sustenta en plataformas tecnológicas como parte de sus competencias de negocio, que crecen tres veces más que las empresas tradicionales de e-commerce.

Estas compañías tienen un ciclo de vida particular, caracterizado por un crecimiento exponencial en su primera fase, con unas necesidades orientadas al fortalecimiento de las competencias complementarias a las centrales y propias del negocio. Por su dinamismo y la rápida velocidad a la que van, requieren de un alto grado de flexibilidad, escalabilidad y soluciones hechas casi a la medida, que les permitan responder a los retos del mercado.

Por tanto, apostar por estas compañías, requiere de una flexibilidad y capacidad de adaptación al menos equiparable. Lo entendemos así desde industrias como la de tecnología y exportación de servicios, asumiendo que tenemos una grandísima oportunidad de capitalizar este sector de la economía que plantea grandes desafíos.

Las born-digital requieren de aliados estratégicos capaces de acompañarlos en su crecimiento desarrollando procesos, de acuerdo con el ciclo en el que se encuentren. Es aquí donde realmente podemos dar valor agregado con un direccionamiento consultivo que permita desarrollar un enfoque capaz de enfrentar las particularidades de ese contexto.

Sin duda hemos aprendido que la transformación digital no solo es posible gracias al desarrollo de aplicativos tecnológicos: la verdadera transformación ocurre cuando entendemos cómo involucrar el factor humano, una aproximación high tech-high touch -un toque tecnológico fuerte, pero sin perder el toque humano- que realmente logre darle valor a las innovaciones y desarrollos y revolucionar los negocios desde sus competencias centrales.

A cierre de 2021, para las compañías de tercerización en Latinoamérica, los ingresos promedio provenientes de segmentos como las nuevas economías están alrededor del 12%, mientras que en regiones como Estados Unidos se ubican alrededor del 18%. Con una definición y foco estratégico estructurado, puedo asegurar que una compañía puede obtener más del 50% de sus ingresos provenientes de los nativos digitales.

Como líderes empresariales tenemos un llamado a estructurar nuestras organizaciones y procesos para realmente dar ese valor que las compañías nativas digitales esperan. La búsqueda del talento idóneo, desarrollo de modelos de ejecución ágiles, metodologías de entrenamiento disruptivas, inteligencia artificial, y un enfoque integral en el que se cree un ecosistema de diversidad, inclusión y trabajo en equipo son claves para favorecer los procesos innovadores.

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