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La IA: ¿solución a la coyuntura energética?

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Juan David Quijano

En días en los que la palabra ‘apagón’ se ha vuelto a poner sobre la mesa, y en los que escuchar hablar sobre el nivel de los embalses es tan habitual como el del precio de la TRM o el de los resultados de fútbol, resulta muy oportuno dimensionar lo que dicho escenario supondría para el país. Y es que, según el equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, un solo día de racionamiento energético equivaldría a pérdidas por cerca de $200.000 millones; y una hora, dependiendo de la hora del día, oscilaría entre los $175.000 y los $204.000 millones.

Sin embargo, ¿por qué se está hablando de apagón otra vez, si esta época del año es más dada a la temporada de lluvias y el ‘Fenómeno de la Niña’? Pues bien, de acuerdo con el Servicio de Cambio Climático Copernicus en Europa, el pasado 22 de julio la Tierra experimentó una temperatura media por encima de los 16ºC, lo que hace de este día el más caluroso en la historia del planeta. Así mismo, para evidenciar que no se trata de un hecho aislado, es de señalar que la segunda fecha más calurosa ocurrió tan solo un día antes: el 21 de julio.

Adicional a esta realidad, que de por sí es lo suficientemente preocupante, en Colombia el operador del Sistema Interconectado Nacional, XM, levantó recientemente una voz de alerta, ya que en los últimos 2 meses el nivel agregado de los embalses ha sido el más bajo de los últimos 20 años, en relación a periodos similares; lo que quiere decir que la generación de energía en el país, que es en un 70% de origen hidráulico, enfrenta un serio desafío para corresponder a la demanda, que crece a un ritmo superior.

Por todo lo anterior, es apenas lógico preguntarse qué soluciones podrían implementarse para elevar la eficiencia en el consumo, mientras que, en paralelo, se fortalece la capacidad instalada de generación y se solucionan los inconvenientes en materia de transmisión. Es aquí, quizás inesperadamente para más de uno, en donde aparece la inteligencia artificial (AI) como una alternativa viable, costo-eficiente y de rápida implementación.

A través de esta, no solo se podría reaccionar oportunamente a las coyunturas, sino que nos dotaría de soluciones y herramientas para anticiparlas. Esta tecnología, que es más asequible de lo que se cree y ya funciona en varios países alrededor del mundo, ha probado disminuciones reales y constantes en las dinámicas de consumo, sobre todo en negocios, que, a su vez, abaratan los costos de las facturas.

Concretamente, la inteligencia artificial está en capacidad de: optimizar el consumo energético, al permitirle al usuario identificar patrones de consumo ineficientes; gestionar redes eléctricas inteligentes, al ajustar la distribución según la demanda que haya; predecir la demanda, al anticipar, según datos históricos, cuál sería el comportamiento de consumo, de manera que se dé una mejor planificación; y monitorear y hacer mantenimientos predictivos, lo que evitaría fallas en la infraestructura de red, entre otras aplicaciones.

En Colombia, comercializadores como Bia Energy, que vendemos energía de forma digital -con todas las ventajas de la inteligencia artificial-, hemos disminuido en promedio el consumo de nuestros usuarios en más de un 10%, sin que esto implique algún tipo de restricciones en sus operaciones, inversiones extraordinarias o esfuerzos adicionales. Es así, puesto en términos muy prácticos, como la cuarta revolución industrial se hace tangible en medio de coyunturas tan sensibles como la actual. La IA sí es una solución real a las contingencias ambientales y de servicios básicos de la población.

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Inteligencia artificial - Energía - Crisis energética