La Inteligencia Artificial usa 500 mililitros de agua por un diálogo de 20 a 50 palabras
sábado, 13 de mayo de 2023
El consumo total de agua de la inferencia de los modelos de IA sigue siendo muy grande dada la cantidad de usuarios que utilizan estos servicios
Recientemente el empresario Elon Musk, advirtió que “la inteligencia artificial podría llevar a la destrucción de la civilización”.
Ahora, un estudio de la Universidad de Colorado Riverside y la Universidad de Texas Arlington reveló que el entrenamiento de un solo modelo de IA, como GPT-3, en los servidores de Microsoft, puede consumir hasta 700.000 litros de agua limpia en los centros de datos de Estados Unidos. Lo que equivale al agua que se necesita para refrigerar un reactor nuclear.
Según Ricardo Jiménez, docente del programa de Ingeniería de Telecomunicaciones de la Fundación Universitaria San Mateo, “se estima que ChatGPT, un modelo de conversación desarrollado por OpenAI, consume una botella de 500 ml de agua por cada conversación de 20 a 50 preguntas y respuestas, dependiendo del momento y el lugar en que se utilice.
A pesar de que una botella de 500 ml puede parecer una cantidad insignificante, el consumo total de agua de la inferencia de los modelos de IA sigue siendo muy grande, dada la cantidad de usuarios que utilizan estos servicios”.
Así como también un modelo de IA puede consumir hasta 4,9 millones de litros de agua. ¿Pero para qué se necesita tanta agua? Según el experto, la mayor parte del consumo de agua está asociado con el entrenamiento y la inferencia de modelos de IA, los cuales provienen del uso de energía en los centros de datos. Y estas maquinas requieren mantenerse a temperatura ambiente para evitar el sobre calentamiento.
Cómo impacta en el mundo
Teniendo en cuenta que los recursos hídricos son limitados y existe escasez de agua limpia, el mundo se enfrenta a una problemática que requiere que estas empresas de tecnología trabajen en el impacto de su huella hídrica. Y aunque existen soluciones de enfriamiento más eficientes, como los economizadores de aire exterior, la mayoría de los centros de datos aún dependen de sistemas de torres de enfriamiento, que consumen grandes cantidades de agua.