Metaverso y el futuro…¿aplazado?
sábado, 11 de marzo de 2023
En los próximos años veremos avances gigantes en ciencias de materiales, lo cual facilitará la construcción de nuevas y mejores herramientas que afronten los desafíos de la humanidad
Alaín Bismark Almeida
El 28 de octubre de 2021, Marc Zuckerberg anunció el cambio de nombre de Facebook a Meta, soportado por la idea base de que ya el nombre inicial de la compañía no cubría todo el espectro de los servicios ofrecidos ni los que estaban por llegar. El nuevo nombre, metaverso, acuñado por el escritor Neal Stephenson, sirvió para redefinir la visión de Facebook que se tenía hasta ese entonces. Sin embargo, en noviembre de 2022, 13% de la plantilla de Meta es despedida. A lo anterior se sumaron US$15.000 millones invertidos en ‘reality labs’, el proyecto base del sueño del metaverso de Marc.
Macroeconomía, guerras inciertas y un hastío, quizás generalizado de muchos sobre seguir pegados a una pantalla luego que terminaran los confinamientos de la pandemia, más otra serie de factores más o menos decisivos, dieron al traste, al menos por ahora, con los planes de un futuro mucho más hiperconectado de la red social. Pero como en tecnología todo cambia, y lo que ayer era aburrido hoy se convierte en cool, un tipo de interacción mucho más básica que los cascos de realidad virtual, los ‘threadmill’ y las interfaces hápticas llega y cambia todo. Démosle la bienvenida a su majestad la línea de comando o en términos más técnicos: el prompt.
Si bien durante muchos años habíamos interactuado con las computadoras a través de comandos de texto puro y duro, con la llegada de la versión tres de ChatGPT y sus similares, el mundo cambió. Ahora, y gracias a grandes avances en los algoritmos de procesamiento de lenguaje natural, comenzamos a interactuar con una inteligencia artificial que para muchos todo lo puede.
El arte, pues así ya lo llaman, del prompt engineering, comienza a cubrir titulares e incluso lo bautizan como el trabajo de moda, lo cual, en términos simples, es el proceso de diseñar y refinar los textos que se le proveen a las inteligencias artificiales de moda para que entiendan y ofrezcan los mejores resultados posibles ante una necesidad específica en una sesión humano - tecnología.
Uno de los grandes temas para que el metaverso funcione y sea atractivo es la generación de mundos virtuales, los cuales mientras más detallados, más atractivos e interesantes serán. Cuando el boom de este mundo digital se empezó a hablar de algunos trabajos del futuro y que llamaba la atención era ‘Arquitectos para Metaversos’, o sea los mismos arquitectos que conocemos en la industria de la construcción ahora devenidos en artistas de los renders imposibles para lograr dar vida en mundos virtuales a creaciones bizarras, hiper tecnológicas o con las tendencias artísticas más alienadas que algunos puedan tener.
Esta infinita tarea parece hoy haberse simplificado por la aparición las inteligencias artificiales generativas, como el ya mencionado ChatGPT o sus primos cercanos Dall-E, Midjourney, Stabble Diffusion y toda una cohorte de tecnologías similares, que convierten texto en imágenes, texto en video, texto en sonido.
En los próximos años veremos avances gigantes en ciencias de materiales, lo cual facilitará la construcción de mejores computadores, optimizaciones a nivel molecular de métodos de enfriamiento y/o de consumo de energía, lo cual es crítico para la sostenibilidad de las tecnologías de soporte del metaverso.
Las posibilidades para entrenar capacidades, curar traumas, evolucionar como humanos son inimaginables; personas a las que la naturaleza o el destino les han confinado en una cama o le han quitado sus habilidades de interacción física, podrán sin duda, tener una vida plena, tal como si tuviesen su cuerpo en óptimas condiciones.
A pesar de un nuevo arranque en falso para lograr destacar la realidad virtual que se viene persiguiendo desde hace décadas, ya estamos evolucionando mucho más rápido.