José Estupiñán
(1957-2025)jueves, 18 de septiembre de 2025
Estuvo por 18 años al frente del archivo de datos del periódico y se caracterizó por ser parte del legado que escribimos cada día
Hay personajes en las oficinas que se convierten en instituciones, y que son considerados por muchos como activos, tal vez porque de su labor depende el trabajo de muchos otros, porque han estado durante gran parte de la historia de las empresas o porque sus compañeros no se imaginan las actividades diarias en su ausencia. Eso representó para el diario La República José Estupiñán, quien estuvo por 18 años al frente del archivo de datos del periódico y se caracterizó por ser parte del legado que escribimos cada día.
Estupiñán, quien trabajó en La República durante más de 40 años, fue uno de los protagonistas del libro 'El Espíritu de La República', que este diario publicó para su aniversario número 60. Estupiñán fue una de las personas que presenció el incendio del edificio Avianca, el 23 de julio de 1973, que estaba a unos pocos metros de todas las grandes empresas periodísticas: La República y El Tiempo estaban a una cuadra, El Espectador, a dos, El Siglo, a cuatro.
En ese entonces, Estupiñán "era vendedor de periódicos y dulces en la calle, y presenció hasta bien caída la noche cómo se consumía la torre con su logo gigantesco del cóndor con las alas abiertas, y cómo a lo largo de la tarde se lanzaron tres personas al vacío, en el dilema aterrador de morir contra el asfalto o morir quemadas", según relata el libro.
Poco después de ese acontecimiento, Estupiñán entró a trabajar en el periódico como auxiliar de administración, fue mensajero de la redacción por muchos años, "cargo en el cual recorría calles buscando boletines y comunicados, o iba a poner la grabadora en una rueda de prensa a la cual no pudiera ir algún periodista. También fue asistente de Rodrigo Ospina Hernández, director en los años 80". Para 2014 era el empleado más antiguo desde su puesto de archivador de datos.
Su legado sobrevive en las páginas de La República gracias a la labor que llevó por muchos años como albacea de cada una de las ediciones publicadas desde 1954, información que se comparte todos los días con las portadas de hace 50 años. Al final, es un recordatorio de que las personas como él nos ayudan a construir nuestra historia.