1621, un restaurante ubicado en el lugar que inspiró "Del amor y otros demonios" de Gabo

Entre los muros coloniales que algún día albergaron a las hermanas clarisas, hoy se siente el aroma de la gastronomía caribeña. En el corazón del Sofitel Legend Santa Clara de Cartagena, el restaurante 1621 sabe muy bien cómo evocar las historias del convento que fue fundado justo en el año que lleva como nombre, el cual, inspiró historias como ‘Del amor y otros demonios’ del nobel colombiano, Gabriel García Márquez.

El lugar luego pasó a ser hospital de caridad, penitenciaría, facultad de medicina, y tras años de abandono, se convirtió en un hotel de lujo, que entre su oferta gastronómica incluye lo mejor de la alta cocina del Caribe, con platos que potencian los sabores locales, servidos en un menú degustación de seis o 10 tiempos con o sin maridaje; y en una carta variada con opciones de otros platos.

Si en su visita opta por vivir la experiencia con el menú de degustación de 10 pasos, se encontrará con un viaje gastronómico repleto de productos que van desde la costa Caribe, hasta Ubaté. Para comenzar, recibirá una cortesía de setas al carbón con cromequi y emulsión de estragón, y un tartar de res, con crocante de papa y ajo negro. Luego, a su mesa llegará una langosta con arracacha, coco y cedrón; seguida de unos canelones de cangrejo y calamar, acompañados de miel, polen, hinojo y tomates fermentados.

Continuando con la experiencia, como cuarto paso, probará el palmito dorado en mantequilla; seguido de platos como una trucha con champiñones, pato con camote morado, puré de coliflor y jus de corozo; cubio rostizado con crema de tubérculo y tucupi, y como último paso salado, el queso San Ubate, acompañado de pan de fermentación lenta con vino.

Como pasos finales, se encontrará con los postres. Una granita de limón con crumble de cacao y ciruela; seguida de una guanábana con helado de frutos rojos y crumble de coco; y para cerrar, mignardises, macarrón, paté fruit y tarta de cacao con infusión de la huerta del chef.

Para este menú degustación, se proponen maridajes únicos que resaltan los sabores de origen local.

Palmitos frescos desde el corazón del Putumayo a la mesa

Pamito fresco dorado lentamente en mantequilla, con cuscús de coliflor, uvas que aportan dulzura natural y una bernesa de alcachofa. Un plato que rinde homenaje vegetal que hace el restaurante a los sabores colombianos.

Trucha con salsa de café verde, originario del Quindío

Trucha acompañada con champiñones, timbal de quinoa y salsa de café verde, a base del café antes de ser tostado mezclado con crema de leche, un plato ideal para todos los amantes de las texturas en cada bocado.