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A los 82 años murió Gilberto Martínez director de la Casa del Teatro de Medellín

Cortesía

Joaquín Mauricio López Bejarano

Aunque era cirujano de profesión y especializado en cardiología, el teatro fue algo por lo que luchó, promoviendo encuentros, obras y producciones que los paisas aplaudieron durante sus presentaciones. Martínez tuvo una hoja de vida intachable y ocupó diferentes cargos desde públicos hasta privados como por ejemplo en 1968 cuando llegó a ser Secretario de Educación municipal para Antioquia, más tarde profesor honorario de la Universidad de Antioquia donde obtuvo el título de ‘El hombre creador de la energía’.

La academia en más de una oportunidad le abrió sus puertas, además de haber sido docente de las facultades de arte y medicina de su alma máter, también fue certificado como  escritor por la ‘International Write’ de la Universidad de Colorado en Estados Unidos.

En cuestión de sus tareas tras el telón y los escenarios teatrales, empezó como miembro del grupo teatral El Duende. Al mismo tiempo empezó estudios del área en la Universidad Autónoma de México, luego regresó a las aulas para profundizar en la medicina en Nueva Orleáns.

Para 1965 durante su regreso a Colombia tras haber presentado su primera producción y obra Los Mefletudos y Grito de los ahogados, esta última con la que recibió el Premio Nacional de Dramaturgia, empezó la fundación de la Escuela Municipal de Teatro. El hombre que fue director, escritor, médico, y amigo de las artes escenas fue despedido en la Casa del Teatro en el barrio Pardo de Medellín.