"Accidente" científico sugiere que la vida sí puede pasar ante nuestros ojos al morir
sábado, 5 de marzo de 2022
Los autores esperan que la publicación de este caso pueda abrir la puerta a otros estudios sobre los momentos finales de la vida
Un equipo de científicos se dispuso a medir las ondas cerebrales de un paciente de 87 años que había desarrollado epilepsia, sin embargo, durante la grabación neurológica sufrió un infarto fatal, ofreciendo una grabación inesperada de un cerebro moribundo.
Según información de la BBC, este hecho reveló que en los 30 segundos anteriores y posteriores, las ondas cerebrales del hombre siguieron los mismos patrones que los sueños o los recuerdos.
"La actividad cerebral de este tipo podría sugerir que un recuerdo de la vida final puede ocurrir en los últimos momentos de una persona", escribió el equipo en su estudio, publicado en Frontiers in Aging Neuroscience.
El coautor del estudio, el doctor Ajmal Zemmar, dijo que el equipo, en aquel entonces con sede en Vancouver, Canadá, obtuvo accidentalmente la primera grabación de un cerebro moribundo. "Esto fue en realidad totalmente por casualidad, no planeamos hacer este experimento o grabar estas señales", le dijo a la BBC.
Sin embargo, al cuestionarse si era posible 'echar un vistazo' al pasado u otros recuerdos felices, Zemmar señaló que era imposible saberlo. El ahora neurocirujano de la Universidad de Louisville, dijo que en los 30 segundos antes de que el corazón del paciente dejara de suministrar sangre al cerebro, "sus ondas cerebrales siguieron los mismos patrones que ocurren cuando llevamos a cabo tareas exigentes de alto nivel cognitivo", tales como concentrarse, soñar o recordar.
Este suceso continuó 30 segundos después de que el corazón del paciente dejó de latir, el punto en el que generalmente se declara muerto a un paciente. "Podría ser posiblemente el último recuerdo de los recuerdos que hemos experimentado en la vida, y se repiten en nuestro cerebro en los últimos segundos antes de morir".
Durante años, después de la grabación inicial en 2016, el experto buscó casos similares para ayudar a fortalecer el análisis, pero no tuvo éxito, e incluso expresó: "Nunca me sentí cómodo para informar un caso". No obstante, ahora esperan que la publicación de este caso pueda abrir la puerta a otros estudios sobre los momentos finales de la vida.