Gastronomía

Afluente Restaurante abre tras investigar por cuatro años los páramos de Colombia

El restaurante viene de resaltar como apertura destacada en Colombia ante la crítica gastronómica española del congreso Madrid Fusión

Joaquín Mauricio López Bejarano

“La apuesta culinaria más atrevida de Colombia para este año” así resumieron en enero pasado la presentación de Jeferson García, en Madrid Fusión, el principal congreso de gastronomía de España.

Junto a los más grandes cocineros Michelin de América, Europa y Asia, ahí estaba Jef, (como le dicen), un chef que lleva casi cuatro años investigando los páramos y el uso consciente del agua de Colombia, quien presentó su conferencia sobre Afluente Restaurante, un lugar que finalmente abre sus puertas en Chapinero (Carrera 3a #57-35).

El espacio es un alto a la lista de aperturas de restaurantes en Bogotá, porque le dice a quien lo visite: “cuidado con el agua, conozca su país”, más aún en una época en la que se habla de estrés hídrico y por primera vez en décadas, los bogotanos están escuchando de escasez de agua. Justamente eso es Afluente, un recorrido por los bosques y páramos de los Andes, cada plato es una explicación de lo que pasa en los ecosistemas y cómo se puede homenajear la naturaleza desde la alta cocina.

La alerta para sus sentidos comienza con ají de páramo ¿sabía de su existencia? Una hoja endémica de los Andes que aporta una sensación difícil de describir aún después de probar. Jef dice que no descubrió este ingrediente, sino que “ya estaba ahí, los muiscas lo usaban para adobar, así me lo explicó una persona que vive en el páramo de Chingaza y su familia ha estado allí por años”.

En Chapinero, quienes están detrás de Afluente hicieron con sus propias manos cada esquina del restaurante. Ahora abren su cocina abierta para presentar platos inspirados en el cuidado del agua y los páramos de Colombia. Foto: Afluente Restaurante

Afluente entonces es el restaurante que debe descubrir para abrir la mente a lo que es Colombia como potencia hídrica. Curiosamente un plato que habla de agua es su arroz del Tolima, uno con denominación de origen y quienes lo producen aportan a la limpieza del río Combeima, detrás está una familia que pretende explicar cómo se puede usar menos el líquido en el agro.

El menú regresa a las costumbres de empezar con entradas, platos fuertes y postres con gramajes más conscientes que eviten desperdicios; y que al mismo tiempo sean suficientes para cada persona. Desde el 22 de abril, la cocina se abre al público para los curiosos por unas recetas que no ha visto antes.

De la investigación a la alta cocina

El equipo de Afluente no solo tiene un menú inspirado en los páramos y el cuidado del agua, sino que cada plato es el resultado de los viajes de recolección de ingredientes que ellos mismos hacen; recorridos que se hacen los domingos.

Por eso, cuando esté en mesa verá productos que no encontrará en una plaza ni mucho menos en un supermercado, son efecto del trabajo de campo en páramos con una selección responsable que tampoco afecte al ecosistema.

Los infaltables

Camarón del Caribe con chuguas y tucupí

Camarón de pescadores artesanales, con salsa con tucupí y plátano maduro. Chuguas fritas que llegan de Jenesano, Boyacá, una compra directa al campesino productor; resalta su espuma de calabaza. Foto: Afluente Restaurante

Arroz del Tolima

Se trata de un arroz del Tolima con cerdo que llega de Cumaral en el Meta. Su producto lleva la proteína junto al pato, y solo utiliza el agua que consume el animal. La presentación se finaliza con papas criollas fritas. Foto: Afluente Restaurante

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