Comercio

Aguardiente pierde terreno dentro de los consumidores colombianos

Un colombiano toma menos de medio litro de la bebida nacional al año

Paola Andrea Vargas Rubio

Al inicio del nuevo milenio, en 2002, un colombiano consumía un poco más de una botella o de una caneca de aguardiente, como le llaman aquellos que tienen sus raíces en el sur del país. Hoy, luego de 16 años, el reinado de esta tradicional bebida y de sus consumidores cambió drásticamente, pues según las cifras de la Asociación Colombiana de Industrias Licoreras (Acil) con corte a septiembre de 2018, un colombiano consume 0,42 litros, es decir, menos de medio litro del licor anisado al año.

Esto no solo significa que los amantes de esta bebida han migrado a otras o que hay menos bebedores, sino que hay una importante caída en los ingresos de los departamentos que contaban con la entrada de recursos producto de esta actividad, que tan solo en un año (2017-2018) ha registrado una caída de 16% en la venta de botellas de 750 centímetros cúbicos (c.c.), según Acil.

A estos datos se suman las estadísticas encontradas por Nielsen, las cuales reflejan una disminución anual de 10,5% en el volumen de aguardiente en la canasta de bebidas alcohólicas. “El aguardiente sigue fuertemente afectado por las pérdidas de algunos fabricantes en todos sus tamaños, en parte por la llegada de nuevas marcas económicas de otras categorías como whisky”, aseguró la consultora.

El terreno que ha perdido esta bebida nacional en el mercado tiene origen en diferentes causas, una de ellas es el aumento de la tendencia a una vida ‘fitness’ y al consumo de vinos y cervezas. Según Kantar Worldpanel, un hogar colombiano gasta $94.500 al año en esta última categoría, algo que se debe a que “las familias están cocinando más en casa, lo que aumenta el consumo de cerveza”, dijo Andrea Vergel, gerente de nuevos negocios de la firma.

El factor mencionado por Nielsen que golpea a las licoreras locales se remonta a 1991, cuando el país abrió su economía y permitió el ingreso de diversos productos como las bebidas destiladas como brandy, whisky, ginebra, vodka, tequila y otros.

Jorge Enrique Machuca, gerente de la Empresa de Licores de Cundinamarca, dijo que, “la globalización ha hecho que las multinacionales ataquen los mercados emergentes y marquen tendencias, no solo de consumo en bebidas alcohólicas, sino en temas como la tecnología”. Además, aclaró que esta situación ya ha sucedido en México y otros países, en donde las importadoras imponen nuevas líneas de consumo de licor saborizado con una competencia de precios agresiva.

El crecimiento del gusto del consumidor por estos destilados se evidencia en las cifras entregadas por Euromonitor, en las que estos licores tienen un mayor consumo per cápita que el aguardiente: 1,6 litros a 2017. “Los colombianos ahora tienen más opciones para tomar y elegir licores. Existen nuevas categorías que han crecido como tequila, ginebra, vinos e incluso la cerveza, los cuales le están robando mercado a licores como el aguardiente. Sin embargo, una de las principales causas es el crecimiento del ron, el cual ha aumentado 35% en los últimos tres años”, dijo Luis Roberto Rivas, gerente general de la Industria Licorera de Caldas.

Esta batalla no se ha sentido por igual en todas las licoreras de los departamentos. Por ejemplo, la Fábrica de Licores de Antioquia, registró 8,2 millones de botellas vendidas en un año con corte a septiembre de 2018, según Acil. Estas unidades fueron distribuidas en 23 departamentos en los que tiene presencia. Antioquia es su principal destino, con 4,2 millones de botellas. Sin embargo, este total de ventas muestran una caída de 45% con respecto al año anterior.

La segunda licorera con mayores ventas registradas en ese periodo fue la Empresa de Licores de Cundinamarca, con 7,3 millones de botellas en seis departamentos. De esta industria se destaca la compra en Cundinamarca de 6,7 millones de botellas, y una caída acumulada de 14%.

No obstante, vale la pena resaltar que, según Machuca, “a pesar de que el consumo de aguardiente ha disminuido y que el sector en general está decreciendo, nosotros somos la licorera que menos ha decrecido en el mercado”.

La Industria de Licores del Valle vendió a septiembre 4,4 millones de botellas en tres departamentos, dentro de los que se destaca el del Valle con casi la totalidad de las distribución. A esta la sigue la Industria Licorera de Caldas, con 2,2 millones de botellas vendidas en 20 departamentos. “Tenemos claro que de 2015 a 2018, el consumo de aguardiente ha decrecido alrededor de 20% en el país”, aseguró Rivas.

El resto del negocio departamental de aguardiente lo completa la Industria Licorera del Cauca, la Industria de Licores de Boyacá, la Fábrica De Licores Del Tolima y Unidad de Licores del Meta, las cuales vendieron 1,5 millones; 685.703; 507.296, y 78.765 botellas, respectivamente.

A pesar de que el panorama no es alentador y a esta disminución en las ventas se le suma el precedente de que cuatro licoreras: Chocó, Caquetá, Huila y Nariño dejaron de producir, el gremio, y los departamentos, continúa en la lucha por recuperar un poco del terreno que han perdido en el negocio frente a las tendencias que se están imponiendo.

Por ejemplo, la Empresa de Licores de Cundinamarca está trabajando en nuevo aguardiente y además, lanzarán whisky y cerveza artesanal. “Tenemos claro que la tendencia de consumo está migrando al consumo mezclado y saborizado, por lo que nosotros como empresa de licores aspiramos a lanzar nuevos productos que sigan esta línea y respondan a lo que quiere el mercado y así ganaremos un espacio importante en el mismo”, dijo Machuca.

Por su parte, el gerente de la Industria Licorera de Caldas dijo que siguen enfocados en la producción del Ron Viejo de Caldas, que, según él, es la principal marca de ron en el país.

LOS CONTRASTES

  • Jorge Enrique Machuca LópezGerente de Licores de Cundinamarca

    “La tendencia de consumo está migrando a las mezclas y lo saborizado, por lo que lanzaremos productos que respondan a esto”.

  • Luis Roberto RivasGerente de la Industria Licorera de Caldas

    “Se debe reactivar la categoría. El aguardiente es el licor de los colombianos y los productores tenemos que hacer mucho para que crezca”.

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