Armani, el legado empresarial que transformó la sobriedad en una marca global

Giorgio Armani, quien falleció a los 91 años en Milán, deja detrás de él un legado que transformó por completo la industria de la moda. El diseñador conocido como “Re Giorgio” en Italia fue uno de los mayores referentes del estilo contemporáneo, además de ser el hombre que llevó a otro nivel la elegancia minimalista al nivel más alto del lujo.

Si bien el diseñador no tuvo un camino lineal hacia el diseño, en 1975, junto con su socio llamado Sergio Galeotti, fundó una de las empresas referentes en la industria de la moda, “Giorgio Armani”, en Milán.

Su primera colección fue de ropa masculina en el mismo año de la creación de la compañía, la cual causó gran revuelo por su carácter desestructurado, con tejidos flexibles y de carácter sobrio, diferente a la rigidez que para la época era la que dominaba la industria. De hecho, desde siempre el traje Armani, característico por sus líneas limpias y tonos neutros, se convirtió en un símbolo de sofisticación y poder, que redefinió la manera de vestir de los artistas, celebridades y empresarios.

Tiempo después, la firma expandió su propuesta para la moda femenina, trasladando esa misma propuesta y estética elegante pero funcional a un público cada vez más amplio. No obstante, el verdadero salto internacional llegó en los años 80, cuando Armani llegó hasta Hollywood.

Cuando el actor Richard Gere apareció vestido de pies a cabeza con prendas de la firma en la película American Gigolo en 1980, hizo que la relación del diseñador con la industria del cine se consolidara. Desde ese momento, esta marca se convirtió en uno de los nombres más populares dentro de las alfombras rojas y se catapultó como un referente obligado del vestuario para el sector cinematográfico.

Sus diseños vistieron a importantes actores como Jodie Foster, Cate Blanchett, Penélope Cruz, Leonardo DiCaprio, Christian Bale y Clive Owen, además de diferentes músicos y personalidades públicas que buscaban tener un estilo atemporal, cargado de presencia pero sin recaer en los excesos.

Con el paso del tiempo, Armani expandió su marca en variadas direcciones. Es por ello que bajo su nombre surgieron líneas únicas como Emporio Armani, Armani Exchange, Armani Jeans y Armani Casa, que están dirigidas a distintos públicos y necesidades, que van desde la moda juvenil hasta las decoraciones más exclusivas de interiores.

Por otro lado, este imperio también incursionó en el mundo de la perfumería y la hotelería de lujo, que hizo que Giorgio Armani se consolidara aún más como un diseñador excepcional y un empresario visionario que supo cómo construir una de las marcas más sólidas y reconocidas del mundo.

Su filosofía fue clara, desde un inicio: crear elegancia atemporal, minimalismo, calidad y sostenibilidad. “La diferencia entre estilo y moda es la calidad”, era una de sus frases más recordadas, en la que se resume la carrera del diseñador que estuvo dedicada a buscar la perfección en cada una de sus prendas, y este ideal se reflejó en la manera en que Armenia veía el trabajo, supervisando personalmente los procesos y cuidando cada detalle.

Para este momento, el Grupo Armani factura aproximadamente US$2.700 millones al año y emplea a cerca de 4.700 personas en todo el mundo con sus puntos de venta y fábricas. Dentro de sus últimas novedades, la casa de moda estuvo operando una “haute couture”, que fue mostrada en París durante el Haute Couture Fashion Week de este año.