Así diseñan sus vacaciones el 1% más rico del planeta, acceso a lo inaccesible
domingo, 20 de julio de 2025
Anticipación, invisibilidad, equilibrio y un conserje discreto a su entera disposición, cosas que valoran los más ricos del mundo
Expansión - Madrid
Anticipación, invisibilidad, equilibrio y un conserje discreto y eficaz a su entera disposición. Son cosas que valoran los más ricos del planeta para disfrutar de unas vacaciones de súper lujo sin tener que mover un dedo.
Para este 1 por 100 de la población que ya lo ha visto casi todo y que pocas cosas le sorprenden, buscan unas vacaciones que sean una sinfonía de detalles, finamente orquestados y unidos para crear algo único e irrepetible. Empresarios, famosos, deportistas de élite, altos ejecutivos y herederos con alto poder adquisitivo confían en expertos como Alberta La Grup para diseñar experiencias que van más allá del turismo convencional.
No se trata solo de yates o hoteles de cinco estrellas, sino de acceso a lo inaccesible, de una planificación casi quirúrgica y de vivir experiencias verdaderamente irrepetibles, siempre con un enfoque absoluto en la privacidad, la sostenibilidad y la emoción.
En el verano de 2025, las tendencias entre los ultraricos apuntan hacia un lujo más consciente y original. Las tendencias emergentes que ya están ganando impulso y continuarán haciéndolo en los próximos años, como el turismo regenerativo (dejar el destino mejor de como lo encontraste generando una influencia positiva), los viajes intergeneracionales y las experiencias con impacto emocional, dejan de lado los destinos típicos.
Ahora se exploran paraísos poco convencionales: desde la majestuosidad helada del Ártico o el mismo Polo Norte, hasta la intimidad de islas privadas perdidas en el Pacífico, e incluso rutas exclusivas por el Japón más tradicional. Lo importante no es ostentar, sino descubrir. Prima la búsqueda de la auténtica esencia de cada lugar, con experiencias inmersivas que conecten emocionalmente.
Realidad virtual y apps
La sostenibilidad se ha vuelto clave en este nuevo lujo, igual que la privacidad más estricta: resorts ecológicos reservados en exclusiva, expediciones en yate de bajas emisiones o estancias donde la huella ambiental se minimiza sin sacrificar la comodidad.
Incluso la tecnología inmersiva se pone al servicio de estas aventuras: imagine usar realidad virtual aumentada para visualizar un arrecife de coral antes de bucear en él, o aplicaciones personalizadas que te cuentan al instante la historia secreta del palacio donde te hospedas. Todo suma para sentir el viaje de forma profunda y personal, lejos del turismo prefabricado. El lujo ya no consiste en lo material, sino en vivir algo que pocas personas en el mundo podrían siquiera imaginar.
Ahora bien, detrás de cada viaje de ensueño del 1% hay un secreto invisible: el Travel Concierge, ese discreto ‘Personal Angel’ o ángel guardian velando por cada segundo de aventura y cuyo trabajo es anticiparse a todo para hacer realidad lo imposible. Su rol es el de un orquestador invisible que arma cada pieza del viaje con precisión milimétrica para que todo fluya sin que el cliente siquiera se de cuenta.
Este experto trabaja codo a codo con asistentes personales y gestores de estilo de vida del cliente, formando un equipo que se adelanta a cualquier deseo y resuelve cualquier imprevisto antes de que ocurra. ¿Que anochece y te apetece una cena bajo las estrellas en un lugar que nadie más puede tener? El ángel guardián ya ha organizado una cena privada en ruinas arqueológicas digna de un emperador. ¿Que sueña con hallar paz interior? Tendrá un retiro espiritual en un monasterio remoto de Bután, con maestros auténticos guiándolo en experiencias místicas a puertas cerradas. ¿O quizás le intriga la ciencia y la aventura extrema? No hay problema: es posible unirse a una expedición al Polo Sur con científicos polares que te acompañen a explorar los confines del planeta.
Cualquier fantasía, por extravagante que parezca, puede hacerse realidad con la planificación, los contactos y la anticipación adecuadas. Y todo ello ocurrirá con absoluta discreción y un impecable equilibrio, de forma que el cliente solo se encarga de vivir el momento mientras el mundo a su alrededor parece mágicamente ponerse de acuerdo para el disfrute.
Un ejemplo palpable de esta excelencia tras bambalinas es la firma española Alberta La Grup. Fundada en 2006 en Barcelona, y hoy líder en Lifestyle Management y viajes de lujo, Alberta La Grup se especializa en atender a clientes Ultra High Net Worth Individuals (Uhnwi), es decir, el segmento más exclusivo y exigente.
Su directora, Lourdes Carbó, es reconocida como una experta en anticipar las necesidades del viajero del 1%. ¿Su filosofía de servicio? Se resume en tres palabras: anticipación, invisibilidad y equilibrio. Esto significa que su equipo se adelanta a sus deseos antes incluso de que los exprese, opera con una discreción casi fantasmal, y mantiene un balance perfecto para que cada aspecto del viaje esté bajo control sin perder la naturalidad ni la sorpresa. Desde la logística más compleja hasta los detalles más mínimos (como tener su té favorito preparado en mitad del desierto), nada se deja al azar bajo su tutela
Y, como toda obra maestra, requiere tiempo y dedicación: semanas e incluso meses de preparativos logísticos antes de despegar. Permisos especiales, coordinaciones internacionales, estudios de sostenibilidad, medidas de seguridad y un sinfín de gestiones se orquestan detrás del telón para que todo salga perfecto.
Al final, el que viaja solo ve la magia.