Así será el interior de los hoteles tras superar la pandemia por el coronavirus
lunes, 11 de mayo de 2020
Menos textiles, entornos más cálidos, nuevas 'amenities' y habitaciones replanteadas para no salir. Los hoteles abren con sello 'Covid free'
Expansión - Madrid
Las amenities de los hoteles no volverán a ser las mismas. Al champú, el gorro de ducha y el cepillo de dientes le acompañarán ahora la mascarilla, los guantes y el gel hidroalcohólico. Nuevo kit de bienvenida en la mayoría de hoteles que abrirán en la fase uno, prevista para el próximo lunes. Pero más allá de medidas a corto plazo, los hoteleros se replantean el diseño y la decoración de sus establecimientos para garantizar un ambiente acogedor. Un "interiorismo de confianza", como lo define Patricia von Arend, socia del estudio Denys & von Arend, "que se basa en la necesidad de ofrecer los hoteles como lugares muy seguros donde cada detalle genera emociones positivas. Es decir, espacios que respeten las normas pero que también sean atractivos; los nuevos materiales, la tecnología y la domótica nos van a ayudar mucho en ese sentido".
Según la interiorista, hay que transmitir tranquilidad al cliente no sólo con un sello Covid Free, sino "generando un interiorismo sensorial que llega a través de los cinco sentidos: olfato, gusto, vista, oído y tacto". Sí, olfato también: "Higienizar un hotel no significa que ahora deba oler a lejía ni a detergente... Seleccionar un aroma adecuado ayudará mucho a generar ese espíritu de confianza".
"Se volverá a las líneas simples de diseño y a espacios más diáfanos, que además faciliten las labores de higiene y desinfección. Se huirá del barroquismo con muchos elementos de decoración y de espacios sobrecargados y se buscará inspirar frescura y relajación con elementos en tonalidades claras y colores naturales. En general los elementos que se incorporarán serán de líneas sencillas y materiales eficientes, como las telas lavables, por ejemplo", asegura Teresa Calero, directora de Interiorismo y Decoración de Vincci Hoteles. Los uniformes de los trabajadores también se tendrán que adaptar a estas nuevas necesidades: "Los materiales que llevan nuestros empleados están preparados para su lavado a la temperatura óptima indicada por las autoridades sanitarias. Lo mismo ocurre con el resto de textiles, para los que se ha planteado una desinfección diaria", matiza Calero. Aunque los textiles no vivirán, precisamente, sus años dorados: "En los últimos años los alojamientos se han puesto al día dejando atrás elementos poco recomendables como moquetas anticuadas o similares. Por supuesto que materiales porosos o difíciles de lavar no serán bienvenidos en los hoteles", dice Von Arend.
Los lobbies donde socializar y los espacios compartidos estaban de moda hasta hace dos meses: "Ahora tendremos que dejar pasar un tiempo hasta volver a ver esos lobbies de atmósfera cosmopolita. La tecnología nos facilitará el acceso a las habitaciones sin tocar ni un botón ni apenas hablar con el personal. Pero ojo con desnaturalizar los hoteles", advierte Von Arend, que añade: "Los bufés libres darán paso al showcooking, y los spas serán más restrictivos y se potenciarán los tratamientos en cabina y personalizados".
En Vincci trabajan en cómo acercar la gastronomía hasta las habitaciones con "servicio contacto cero a elección del cliente" o "en el diseño de nuevos formatos de presentación", pero no contemplan "de forma potencial el aumento de piscinas privada y jacuzzis" en sus habitaciones. Von Arend no duda de que habrá que poner en valor "no sólo la terraza y la luz natural, sino también multiplicar las opciones de ocio dentro de la habitación".
Calero resume las próximas tendencias así: "El interiorismo se adaptará sobre todo en la redistribución de espacios con el objetivo de respetar al máximo el tipo de estancia que cada huésped desea disfrutar. Tanto en zonas comunes como habitaciones, la tecnología será una gran aliada". La experta en interiorismo cree que la clave es "lograr un equilibrio entre decoración y bienestar". Porque la atención al detalle seguirá siendo lo fundamental; ya lo dejó claro Conrad Hilton cuando le preguntaron cuál era la lección más importante que había aprendido en su vida: "Que la cortina de la ducha siempre hay que ponerla por el lado de dentro de la bañera".