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Audemars Piguet sacó una nueva dimensión del cronógrafo, un reloj deportivo de lujo

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Audemars Piguet puede presumir de ser pionera en el campo de la Alta Relojería deportiva de gran complicación con su modelo

Expansión - Madrid

Quien tuvo, retuvo. Audemars Piguet puede presumir de ser pionera en el campo de la Alta Relojería deportiva de gran complicación. Piezas, todas ellas, caracterizadas por sus diseños arriesgados, materiales de última generación y presencia de complicaciones de alto nivel.

El camino emprendido por la manufactura de Le Brassus pronto fue seguido por otras firmas como Richard Mille, Hublot o Roger Dubuis, por nombrar algunas de las más reconocidas. Y quizás había cierta sensación de que la marca había perdido interés en este segmento del mercado, más interesado en productos con mayor demanda como la siempre codiciada línea Royal Oak. Falsa alarma: Audemars Piguet acaba de demostrar que sigue en plena forma con el espectacular, y de larguísimo nombre, Royal Oak Concept Cronógrafo Ratrapante GMT Fecha Grande.

La primera referencia del Royal Oak Concept salió al mercado en 2002 con motivo del 30 aniversario del Royal Oak, y desde el principio estuvo claro el carácter inusual y exclusivo de la colección. Así lo atestiguaban su rompedor diseño, su fabricación con alacrita (material que no se ha vuelto a emplear en relojería) y funciones hasta entonces inéditas en la industria, como el selector de funciones o el dinamógrafo de energía. Pasados 20 años, Royal Oak Concept se reinventa con un nuevo mecanismo, diseño de caja y estética actualizada.

Diseño futurista y con nuevo mecanismo

Lo primero que llama la atención del nuevo Royal Oak Concept es su estética futurista. La caja ha disminuido un milímetro respecto a anteriores referencias. El cambio ha venido acompañado de una construcción más compleja, repleta de pequeños planos, y la alternancia de los pulidos y arenados como método para remarcar los numerosos ángulos de su caja de titanio. Como el original, el nuevo Royal Oak Concept se adapta a la curva de la muñeca de un modo muy natural, algo a lo que también contribuye su rediseñada correa de caucho.

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En cuanto al movimiento, es la primera vez que la colección tiene una función cronógrafo flyback ratrapante de carga automática. Los aficionados ya saben que la modalidad ratrapante es la más complicada de realizar en los movimientos cronógrafos. Consiste en la inclusión de una segunda aguja de segundos accionada mediante un pulsador complementario, el ratrapante prácticamente supone incorporar dos cronógrafos en un único mecanismo.

Audemars Piguet no solo ha hecho un movimiento con estas características, sino que lo ha mejorado con un original y patentado dispositivo que integra el sistema ratrapante en el interior del eje del rotor de carga. Una solución que logra ahorrar grosor al movimiento y, de paso, nos permite disfrutar de su juego de levas en el momento de accionar el cronógrafo.

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El reloj se completa con dos indicaciones más. La primera es el indicador GMT, incluido en el contador que aparece junto al índice de las 3 horas. Es un sistema muy original e interesante al camuflar la función en el formato de un cronógrafo tradicional. En realidad, el contador que vemos en este lado de la esfera nos indica de un modo claro y sencillo de manejar [el cambio de hora se realiza al presionar un pulsador en el interior de la corona] un segundo huso horario, con su correspondiente indicador día/noche. La gran fecha de doble dígito, esqueletada y una privilegiada posición junto al índice de las 12 horas, completa la lista de funciones.

Los interesados deberán contactar directamente con Audemars Piguet. Así podrán concertar una cita para verlo en persona en sus AP houses de Madrid o Barcelona y, de paso, saber su precio final.

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